En plena movilización de los países árabes sunís para contener el avance de los rebeldes 'houthis' (chiís) en Yemen y hacer frente al renovado poderío que podría conceder a Irán el acuerdo nuclear que se ultima en Suiza, Estados Unidos ha decidido levantar el embargo de armas que impuso a Egipto hace casi dos años.

En una conversación telefónica con el general y presidente Abdel Fatah al Sisi, el nuevo caudillo al frente del país de los faraones, el presidente Barack Obama le ha comunicado que está dispuesto a reanudar la transferencia de armas y desbloquear los 1.300 millones de dólares en ayudas militares que EEUU concede a El Cairo desde que firmó la paz con Israel, en 1979.

RELACIONES DESDE EL 2013

En términos prácticos, Washington da así por zanjadas las diferencias que ha mantenido con el régimen de Al Sisi desde que lideró el golpe de Estado que derrocó al presidente islamita Mohamed Mursi en julio del 2013, una maniobra a la que siguió una campaña de represión brutal contra la Hermandad Musulmana y sectores de la disidencia laica. La Casa Blanca nunca llegó a describir lo sucedido como un golpe, pero congeló las ayudas militares para mostrar su insatisfacción por las acciones del nuevo régimen militar.

Una vez levantadas las restricciones, EEUU entregará a Egipto una docena de cazabombarderos F16, 20 misiles Harpoon y 125 tanques Abrams M1A1. Una decisión que, según la Casa Blanca, aspira a "refinar nuestra relación de asistencia militar para que esté en mejores condiciones de afrontar los desafíos compartidos a los intereses de EEUU y Egipto en una región inestable". Obama pedirá además al Congreso que renueve las ayudas multimillonarias que cada año concede al país más poblado del mundo árabe, el que más ayudas ha recibido de Washington después de Israel.

POLÍTICA EXTERIOR AGRESIVA

Desde que Al Sisi tomó el poder, Egipto ha tratado recobrar el protagonismo regional con un política exterior agresiva. En febrero bombardeó Libia, después de que el Estado Islámico se atribuyera la decapitación de 21 cristianos coptos egipcios. La semana pasada anunció además su disposición a enviar tropas a Yemen si fuera necesario para respaldar la campaña aérea de Arabia Saudí, que ha ejercito de patrón financiero del Gobierno de Al Sisi, así como su participación en la fuerza militar que la Liga Árabe pretende crear para hacer frente al terrorismo y a la creciente influencia de Irán en la región.