Mientras el Gobierno paraguayo intenta explicarle al mundo por qué no aprueba la realización de un aborto a la niña de 10 años que fue violada por su padrastro y está en su vigésimo cuarta semana de embarazo, otros casos similares se conocen en el país y ponen en escena la gravedad de un problema social. La radio Ñandutí informó que una niña de 13 años está embarazada de 6 meses, también como consecuencia de una violación perpetrada por la pareja de su madre. El episodio tuvo lugar cuando ella salía de su escuela. El episodio fue denunciado por un tío de la víctima, quien se encuentra en un centro asistencial de la ciudad de Roque Alonso. Días atrás se había conocido a su vez que otra menor, de 12 años, fue violada en dos oportunidades por su padrastro, que ha sido detenido y se encontraba escondido. No le autorizaron abortar y ahora tiene dos hijos.

Frente a reclamos de la ONU y Anmistía Internacional, el Gobierno de Nicanor Duarte amparó sus decisión sobre la suerte de la niña vejada en la palabra de la Iglesia. La intransigencia de la administración de Horacio Cartes se refuerza a medida que se acerca la visita del papa Francisco, prevista para el 11 de julio. La Universidad Católica de Asunción ha considerado que “el aborto, la interrupción del embarazo, no es en ningún caso una ‘alternativa’ para la salud de cualquier persona” porque representa “un atentado directo contra la vida humana, un acto de homicidio”.

CIFRAS ESPELUZNANTES

Mientras tanto, el Paraguay real arroja datos espeluznantes. Según cifras oficiales, unas 25 niñas de entre 10 a 14 años dieron a luz solo en la región del Alto Paraná desde enero a abril de este año. En tanto, 749 adolescentes de entre 15 a 19 años también fueron madres por primera vez en ese periodo de tiempo. Para el diario ABC de Asunción, esas cifras “de por sí alarmantes, van en aumento, por lo que los profesionales de la salud local califican esta situación como una epidemia a nivel nacional”. El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social consignó que el año pasado más de 20.000 adolescentes fueron madres, de las cuales 684 tenían edades de 10 a 14 años.

“Hay un alto índice de embarazos precoces en los adolescentes. Lastimosamente, se ha vuelto una epidemia en nuestro país. Una de las causas es la iniciación temprana de las relaciones sexuales solo para experimentar”, dijo la jefa de obstetricia de la dependencia sanitaria regional, Teresa Morán, sin pronunciarse sobre los reiterados casos de violaciones.

A pesar de la rigidez de las autoridades, la sociedad civil trata de buscar una salida al drama social. En una reciente asamblea realizada en Asunción, distintas organizaciones humanitarias y feministas propusieron modificar el artículo 109 del Código Penal que hace referencia a la cuestión del aborto. Los grupos “pro vida” irrumpieron en la reunión para manifestarse “a favor de la familia tradicional, la dignidad de las mujeres y la religión”, reportó el diario Última hora. Según la publicación, los defensores del embarazo a toda costa dijeron que “una niña abusada por su padrastro, además sería la asesina de su propio hijo”. Consideraron que los paraguayos “debemos asumir las consecuencias de nuestros actos” y que “las feministas-lesbianas no tienen hijos y no tampoco derecho a venir a darnos cátedras”. Las organizaciones se encontraron a su vez con los fiscales que llevan la causa de la violación de la niña de 10 años, Monalisa Muñoz y Juan Carlos Ruiz Díaz, y le pidieron alternativas para la prisión de su madre, que fueron desestimadas.