“Tristeza não tem fim”, se canta en “A felicidade”, una de las canciones más conocidas de Tom Jobin y de la música brasileña que, por estas horas se traduce en el coloso sudamericano como “el escándalo no tiene fin”. Y esa sensación tiene que ver con las revelaciones del diario 'O Globo' sobre una grabación de marzo pasado en la cual el presidente interino, Michel Temer, avala la protección de Eduardo Cunha, el diputado corrupto y encarcelado que promovió el juicio político contra la presidenta destituida Dilma Rousseff. Temer fue grabado nada menos que por Joesley Batista, uno de los dueños del emporio frigorífico JBS Friboi, asintiendo a la compra del silencio del exjefe de la Cámara de Diputados. Cunha ha sido condenado a 15 años de cárcel en el marco de las investigaciones relacionadas con la trama de corrupción en la petrolera estatal Petrobras. Nada menos que un aliado estratégico de Temer en el proceso que derivó en la salida de Rousseff.

Según la grabación dada a conocer por el diario carioca, el presidente señaló al diputado Rodrigo Rocha Loures, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMBD, en el poder), como el encargado para resolver un tema delicado que interesaba a JBS. De acuerdo con 'O Globo', una cámara ha registrado el momento en el que el legislador recibió una maleta con 160.000 dólares enviados por Batista.

LA SUPERVIVENCIA DEL PRESIDENTE, CUESTIONADA

El presidente interino está muy cerca de probar su propia medicina. Han comenzado en el Congreso las peticiones de un juicio político en su contra. “La divulgación del caso puso al Gobierno en su mayor crisis, paralizó la discusión sobre las reformas y generó interrogantes sobre la capacidad de supervivencia del Ejecutivo”, señaló este jueves 'Folha de Sao Paulo'. Por lo pronto, ha caído la Bolsa paulista y el dólar ha subido: malos síntomas de un país que ya está en recesión y no puede emprender el giro neoliberal que prometieron las autoridades interinas.

Los hermanos Joesley y Wesley Batista, propietarios de una de los mayores exportadoras de carne del mundo, fueron interrogados el pasado miércoles por el juez del Tribunal Supremo, Edson Fachin.Los dueños de JBS Friboi tratan de cerrar un acuerdo de colaboración con la Justicia, como ya hicieron 77 exdirectivos de la constructora Odebrecht, implicado en el caso Petrobras.

AECIO NEVES EN LA PICOTA

El andamiaje conspirativo que logró poner término el Gobierno de Rousseff no solo se desmorona por el lado de Temer. Aecio Neves, el candidato presidencial derrotado en 2014 por su rival del Partido de los Trabajadores (PT), y actual senador del Partido de la Socialdemocracia (PSDB), quedó también en el centro de la tormenta después de que se revelara que había pedido unos 600.000 dólares a los dueños de JBS para pagar su defensa en la operación Lava Jato, iniciada hace tres años para investigar la red de corrupción en la petrolera Petrobras. Neves fue uno de los principales denunciantes de la corrupción del Gobierno anterior.

Según el rotativo 'O Globo' el dinero fue entregado a un primo de Neves en una cena que resultó filmada por la Policía Federal. Esa maleta fue a parar a una empresa del senador Zeze Perrella,también del PSDB. Neves, nieto de Tancredo Neves, uno de los padres de la transición política brasileña en los años 80, fue apartado del Senado por orden del Tribunal Supremo y se empiezan a contar las horas que le pueden quedar en libertad. Por lo pronto, la policía ha arrestado a su hermana Andrea. Su prisión, dijo 'Folha', es de por sí “una bomba” para Aecio. “Ella siempre fue el cerebro y el corazón de la carrera política” del senador del PSDB.

El 'Jornal do Brasil' no dejó pasar por alto la ironía del momento, y también recurrió a la imagen de la bomba. El artefacto, armado en su momento para hacer detonar al Gobierno del PT, ha explotado “para el lado contrario” y la onda expansiva se extiende “hacia todo el PMDB y el PSDB”, los articuladores en su momento de la conspiración.