Miles de mujeres saudís han aprendido a conducir en los últimos meses en autoescuelas. Se preparan para ponerse al volante de sus vehículos, hasta ahora conducidos por sus parientes masculinos o chóferes.

El pasado septiembre, el rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz al Saud, levantó el veto a la conducción de sus súbditas, vigente desde 1957, y podrán ponerse al volante a partir del 24 de junio.

Arabia Saudí se rige por el wahabismo, corriente suní que interpreta el Islam de forma muy estricta y conservadora.

Las leyes saudís discriminan a las mujeres: tienen que vivir bajo la supervisión de un guardián masculino a quien han de solicitar permiso para ir al médico, estudiar, trabajar, viajar, abrir una cuenta en el banco, casarse o divorciarse. No obstante, a partir de ahora, por decreto real y en ciertas circunstancias, podrán acceder a la sanidad, estudiar o trabajar sin autorización.

Las saudís están obligadas a seguir códigos de vestimenta muy estrictos y no pueden relacionarse con hombres que no sean de su familia. Si sufren abusos sexuales y los denuncian, probablemente acabarán en la cárcel. Las mujeres votan y se pueden presentar como candidatas a las elecciones municipales desde el 2015 y en el 2012 empezaron a competir en los Juegos Olímpicos.

Rebelión femenina

Arabia Saudí era el único país que no permitía conducir a las mujeres. Desde hace unos días, las autoridades entregan licencias a conductoras. Las primeras en recibirlas han sido las que disponían de permisos de otros países y solo han tenido que convalidarlos.

La primera rebelión femenina al volante en Arabia Saudí se produjo en noviembre del 1990: 47 mujeres formaron una caravana de protesta con sus coches por las calles de Riad, la capital saudí. Las arrestaron a todas y les confiscaron los pasaportes.

En el 2007, la Asociación para la Protección y Defensa de los Derechos de las Mujeres en Arabia Saudí, co-fundada por Wajeha al Huwaider, inició una campaña para pedir al rey que permitiera conducir a las mujeres.

En el 2008, Al Huwaider se filmó conduciendo y difundió su vídeo en Youtube. Lo mismo hizo la saudí Manal Al Sharif en mayo del 2011, tras iniciar en Facebook, junto a otras mujeres inspiradas por la llamada Primavera Árabe, la campaña "Women2drive", con lemas como "Conduce tu propia vida", que llamó a las saudís a conducir el 17 de junio del 2011.

Vídeo en Youtube

Sharif colgó un vídeo en Youtube en el que aparecía conduciendo en la ciudad de Jobar que se vio 700.000 veces en un día. Poco después la arrestaron y estuvo nueve días en la cárcel. "Hubo una campaña internacional para que me liberaran y mi padre tuvo que solicitar el perdón al rey", explicó Sharif a la revista 'The Economist'. Aprendió a conducir en EEUU, donde la empresa para la que trabajaba la destinó dos años. "Cuando conduzco me siento liberada, siento que soy independiente, libre", dijo al semanario.

Sharif vive ahora en Australia. Quería regresar a Arabia Saudí para conducir el 24 de junio, pero decidió no hacerlo tras el arresto, en mayo, de 12 activistas, 10 mujeres y dos hombres, acusados de "contactos sospechosos con entidades extranjeras". Entre los detenidos están Lujain al Hazlul -encarcelada 73 días en el 2014 por intentar conducir desde los Emiratos Árabes Unidos hasta Arabia Saudí-, Aziza al Yusef, de 70 años, y Eman al Nafjan, una conocida bloguera.

Inspectoras de accidentes

La oenegé Human Rights Watch (HRW) indicó que los detenidos recibieron llamadas de las autoridades "advirtiéndoles de que no hablaran con medios de comunicación". Una activista saudí que pidió mantener el anonimato confirmó las amenazas a EL PERIÓDICO. "No podemos dar declaraciones a medios. En mi caso, me lo prohíben también mis jefes", explicó.

Algunos analistas creen que las detenciones responden a la intención del príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, de 32 años, quien está impulsando reformas en el país, de "equilibrar" sus acciones. En los últimos meses, la monarquía ha arrestado a clérigos conservadores en un intento de dar una imagen de cambio.

El reino ha formado ya a inspectoras de accidentes de coche para encargarse de los siniestros en que puedan estar implicadas mujeres y prepara celdas en las cárceles para conductoras que cometan infracciones graves.