Tras meses de silencio, el expresidente de Zimbabue Robert Mugabe ha reaparecido est domingo, durante la jornada de reflexión previa a las elecciones presidenciales de este lunes, para mostrar su apoyo al principal candidato de la oposición, Nelson Chamisa.

En una rueda de prensa celebrada ante decenas de periodistas en su residencia privada de la capital, Harare, Mugabe reveló que no votará por el partido que él mismo fundó, la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico, que lo expulsó tras el golpe militar de noviembre de 2017 para forzarlo a dimitir.

"No puedo votar por quienes me han atormentado, a quienes me tienen de esta manera. No puedo votar a la ZANU-PF", explicó.

Aunque en un principio afirmó que elegirá entre "los otros 22 candidatos" que se presentan a las presidenciales, durante el turno de preguntas el exmandatario fue descartando a varios de ellos: "Entonces, creo que solo queda Chamisa".

Acerca del actual jefe de Estado, Emmerson Mnangagwa, el veterano político considera que "es un buen trabajador, pero no siempre fue de fiar", y lamentó "haber sido un tonto" porque, agregó, "no sabía que quería mi puesto mientras estaba trabajando conmigo".

La salida de Mugabe del poder, considerada por él como un "verdadero golpe de Estado", se precipitó por la destitución de Mnangagwa como vicepresidente, seguida por un alzamiento militar que forzó la dimisión del veterano líder, de 94 años, y el posterior encumbramiento del actual jefe de Estado y candidato de la ZANU-PF.

"Conspiró con (el entonces jefe de las Fuerzas Armadas y actual vicepresidente, Constantino) Chiwenga para echarme", denunció Mugabe.

Preguntado acerca de las especulaciones aparecidas en medios locales sobre una supuesta financiación a la campaña de la principal coalición opositora, el Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), Mugabe apuntó: "No he trabajado con Chamisa. (...) Parece que lo está haciendo bien. Me gustaría encontrarme con él si gana".

Con respecto al actual Gobierno, establecido por Mnangagwa tras el golpe militar, Mugabe afirma que "en Zimbabue, las armas están dirigiendo la política. Debería ser al revés. (...) Que mañana sea la voz del pueblo quien pida que no experimentemos esto nunca más".

"Quiero felicitar al partido que venza y que aceptemos el resultado. Que nos devuelvan nuestra libertad, nuestra democracia, nuestra legalidad y nuestra constitucionalidad. Deshagámonos de la hipocresía y de una forma de Gobierno militar para que podamos decir que lo que pasó el pasado noviembre es ahora historia", agregó.

Las sorpresivas declaraciones del antiguo jefe de Estado podrían ser decisivas para los votantes de la ZANU-PF que no apoyan el trato a Mugabe, un héroe de la independencia zimbabuense que tradicionalmente conectó con las áreas rurales, principal bastión de la formación.

Las últimas encuestas daban a Mnangagwa una ligera ventaja de tres puntos porcentuales sobre Chamisa. El propio Chamisa ha agradecido el apoyo del expresidente.

Mugabe, de 94 años, dirigió el país -primero como primer ministro y desde 1987 como presidente- desde su independencia, en 1980, hasta el 21 de noviembre de 2017, cuando dimitió tras un golpe militar desencadenado por la destitución como vicepresidente de Emmerson Mnangagwa.

Desde entonces, solo había aparecido públicamente el pasado 15 de marzo, cuando, en una entrevista con la televisión pública sudafricana SABC, aseguró por primera vez que su salida del poder se había llevado a cabo mediante un "golpe de Estado" y pidió "deshacer esta desgracia que nos hemos impuesto a nosotros mismos".