El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó ayer el establecimiento de una pausa humanitaria cada mañana en los barrios asediados bajo control rebelde en Guta (Siria). La medida tendrá validez a partir de hoy entre las nueve de la mañana y las dos de la tarde, e implicará la apertura de un corredor humanitario por el que podrán salir los civiles que así lo deseen y cuya localización resta por determinar, según informó el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu.

El anuncio se produjo tras varios días de intensas presiones sobre Rusia y sobre Putin, principal valedor del régimen sirio de Bashar el Asad, para que cesara una de las campañas de ataques aéreos más intensas desde el inicio de la guerra civil que ha producido centenares de muertos. El sábado, una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU exigía un alto el fuego de 30 días en todo el país.