El ministro francés del Interior, Gérard Collomb, confirmó la muerte de tres personas, asesinadas por el autor de la toma de rehenes en un supermercado en Trèbes, en el sur de Francia, identificado como Redouane Lakdim.

Collomb explicó a la prensa que en primer lugar el presunto terrorista mató al conductor e hirió al copiloto de un coche que robó en Carcasona, después hirió a un policía que corría junto a unos compañeros, y finalmente entró en la gran superficie, donde mató a dos personas y perpetró la toma de rehenes antes de ser abatido.

El terrorista, que mantenía como rehén en el supermercado a un gendarme, abrió fuego contra los agentes de la fuerza de intervención de la Gendarmería GIGN, que respondieron al fuego y lo mataron.

En el tiroteo resultó herido de gravedad el gendarme que Lakdim tenía como rehén, señaló el ministro.

Lakdim era un "delincuente común" de 26 años de quien las autoridades no pensaban que se había radicalizado, dijo Collomb, quien catalogó al terrorista como "pequeño traficante" que decidió actuar de manera solitaria.

Collomb explicó que el autor de los ataques "venía de Carcasona" y que era un "pequeño delincuente conocido por posesión de estupefacientes", pero que "no se podía decir que iba a pasar a la acción".

El grupo terrorista Estado Islámico ha reivindicado a través de la agencia de noticias afiliada a los yihadistas, Amaq, la autoría del ataque.

"Un acto de heroísmo"

El gendarme se cambió de forma voluntaria por un rehén en el secuestro resultó gravemente herido en la operación policial en la que el terrorista fue abatido.

Este teniente coronel cuadragenario de la Gendarmería protagonizó "un acto de heroísmo", dijo el ministro al detallar a la prensa el desarrollo de la intervención del Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional (GIGN) y destacar el valor del efectivo en esta acción, en la que hubo tres muertos.

Según el relato de Collomb, el gendarme se ofreció "voluntariamente" para cambiarse con una persona que el terrorista Redouane Lakdim había tomado como rehén.

No sólo asumió ese riesgo, sino que también entró en el supermercado con su teléfono móvil (celular) y lo dejó con la línea abierta para que los agentes del GIGN que se encontraban en el exterior pudieran escuchar en directo todo lo que ocurría dentro.

De hecho, fue ese teléfono el que desencadenó el asalto final de ese cuerpo de elite de la Gendarmería, cuando escucharon una detonación y entendieron que el secuestrador estaba utilizando su arma.

En ese asalto, Lakdim murió por los disparos del GIGN, dos de cuyos miembros resultaron heridos, al igual que el teniente coronel de la Gendarmería.

Control policial en los alrededores del supermercado. Foto: AFP PHOTO