La capital belga volvió a vivir ayer momentos de pánico y tensión cuando las fuerzas de seguridad, tras una pequeña explosión ocurrida en el interior de la estación central de Bruselas, abatieron a un individuo sospechoso. Con el recuerdo muy vivo de lo ocurrido hace unos días en Londres, el portavoz de la Fiscalía Federal, Eric van der Sijpt, confirmó que «el incidente está considerado como un ataque terrorista».

Los hechos ocurrieron al filo de las 20.38 de la noche cuando a una patrulla de militares que vigilaba este importante nudo ferroviario de la capital belga le llamó la atención un individuo. El joven se habría puesto nervioso y cuando se dirigían hacia él habría hecho explotar una pequeña maleta, que causó un pequeño incendio, antes de ser abatido por disparos. «El presunto autor ha sido neutralizado por los militares presentes en el escenario tras la explosión. No sabemos si está vivo o muerto» pero «no ha habido otras víctimas», añadió Van der Sijpt durante una breve comparecencia de prensa en las cercanías de la estación central.

LA IDENTIDAD / Las autoridades desconocían anoche la identidad del joven que, según aseguraron testigos presenciales, tendría entre 30 y 35 años. El individuo, según el trabajador ferroviario Nicolas van Herrewegen, habría gritado que «los yihadistas existirán para siempre» y «Allahu Akbar» antes de hacer explotar una pequeña bolsa, aunque el portavoz de la fiscalía no confirmó este dato.

Nada más ocurrir los hechos se desató el nerviosismo en los aledaños de la estación central, ubicada muy cerca de la Grand Place, el centro turístico por excelencia de Bruselas y donde los días calurosos como el de ayer se concentran centenares de personas. La estación fue evacuada con rapidez y toda la zona fue acordonada por la policía por precaución. Más de media docenas de líneas de autobús que atraviesan o se detienen en la estación fueron desviadas, y las dos líneas de metro que la cruzan dejaron de detenerse mientras que la circulación de trenes fue interrumpida.

El Gobierno convocó con urgencia una reunión de crisis aunque el organismo que evalúa el nivel de alerta en el país, la OCAM, decidió mantenerla en el 3 en una escala de 4. Es el nivel de alerta en el que está Bélgica desde noviembre de 2015, a raíz de los atentados de París, y significa que el riesgo «es posible y probable». Según el Centro de Crisis, un equipo de artificieros se desplazó a la zona para realizar una «posible explosión controlada», aunque la situación, decían, estaba bajo control.

De momento, hay más preguntas que respuestas. La fiscalía no ha confirmado si el individuo portaba un cinturón de explosivos como apuntaba inicialmente la prensa belga. Tampoco si ese buscaba activamente a otros dos individuos.