El ‘brexit’ puede acarrear “una crisis constitucional” en el Reino Unido si la primera ministra, Theresa May, no logra un acuerdo con Escocia, Gales, e Irlanda del Norte sobre la salida del Unión Europea. La advertencia del Institute for Government, un prestigioso ‘think thank’, coincidió el lunes con la celebración en la residencia oficial de Downing Street de una reunión entre May y los líderes de las tres administraciones autonómicas.

La jefa del gobierno conservador les prometió que tendrán “línea directa” con el ministro para el ‘brexit’, David Davis, y que su voz será tenida en cuenta durante las negociaciones en un nuevo fórum. Pero May rechaza cualquier voto o poder de decisión de asambleas o parlamentos autónomos sobre el futuro acuerdo con Europa.

Al término de la reunión la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, se declaró “profundamente frustrada” por la posición inflexible del Gobierno central. “Ha sido un intercambio de pareceres muy directo”, afirmó, pero “sin más información o detalles” sobre la posición del Reino Unido en las negociaciones. “No les escondo que gran parte de este encuentro ha sido profundamente frustrante”.

Sturgeon advirtió que no está “tirándose un farol” -como cree el equipo de May- cuando promete convocar un segundo referéndum de independencia si el voto de los escoceses contra el ‘brexit’ no es respetado. “Ni por asomo estoy tirándome un farol, ni estoy jugando a nada. Esto no es un juego en absoluto”. Sturgeon, dispuesta luchar para mantener a la economía escocesa en el mercado único, advirtió que no dejará que Escocia sea “empujada por el acantilado del ‘hard brexit’.

LIBERTAD DE MOVIMIENTO

Irlanda del Norte también voto masivamente por la permanencia. Sus representantes, Arlene Foster, ministra principal unionista y el viceministro republicano, Martin McGuinness, desean mantener la libertad de movimiento entre el norte y el sur de la isla, sin ninguna barrera fronteriza.

Incluso el responsable del país de Gales, donde se votó ‘brexit’, considera la oferta de May insuficiente. “Tenemos que asegurarnos de que podemos continuar comerciando con uno de los más grandes mercados del mundo”, declaró el ministro principal galés, Carwyn Jones, defensor, él también, de que el Reino Unido permanezca en el mercado único. “El desafío que nos espera es inmenso. Nadie sabe aun lo que va a pasar”, se lamentó.

Jones había enviado previamente una carta a May pidiendo que los tres parlamentos regionales voten el acuerdo final que establecerá las condiciones en que se produce la separación de la Unión Europea. La primera ministra reclama a todos unidad, de cara al pulso inminente con Europa.