La primera ministra británica, Theresa May, recibe este jueves en Londres al presidente de Francia, Enmanuel Macron, en una cumbre bilateral centrada en el control de la inmigración, la seguridad en las fronteras y la cooperación en defensa. El Gobierno británico se ha comprometido a aumentar en 50 millones de euros su contribución para reforzar la frontera en Calais y en otros puntos de la costa francesa utilizados por los inmigrantes para intentar entrar en el Reino Unido.

El dinero costeará la instalación de nuevas vallas, cámaras de vigilancia y visores infrarrojos. El presupuesto extra viene a sumarse a los 113 millones de euros invertidos por los británicos en los últimos tres años con este mismo fin. May también debe anunciar una nueva acogida de menores inmigrantes que están solos y de peticiones de asilo para el reagrupamiento familiar.

Nuevo tratado

El nuevo pacto viene a complementar los acuerdos de Le Touquet entre los dos países, en vigor desde el 2004. En ellos se decidió que el Reino Unido establecía una frontera en Francia y los franceses llevaban a cabo controles a su vez en territorio británico. El tratado nunca logró atajar la afluencia de inmigrantes en el puerto de Calais, a la espera de poder cruzar por cualquier medio el Canal de la Mancha.

Unos 8.000 inmigrantes se llegaron a instalar en la ciudad, en un campamento improvisado y en condiciones a menudo infrahumanas, que le valió el apelativo de ‘la jungla’, antes de ser desmantelado en el 2016. El pasado martes, en una visita a Calais, Macron advirtió que el Estado “no permitirá que se reconstruya 'la jungla'”. Se calcula que actualmente hay más de 700 inmigrantes en la zona. Los británicos, a pesar de las protestas de algunos diputados y medios ultraconservadores, consideran ventajoso y preferible aumentar su contribución económica para los controles en Francia a permitir que los franceses se desentiendan y deban hacer frente al problema de los inmigrantes en el puerto inglés de Dover.

Colaboración antiterrorista

Tras un almuerzo en privado entre May y Macron, la cumbre se celebrará en la academia militar de Sandhurst, al suroeste de Londres. El lugar ha sido expresamente elegido para ratificar la colaboración en materia de defensa entre los dos países, que no se verá afectada por el ‘brexit’. El Reino Unido se ha comprometido a desplegar tres helicópteros de combate Chinook, de la Royal Air Force, en Mali, donde los franceses luchan contra militantes islamistas, sin que los británicos deban desplegar tropas en el Sahel. A cambio Francia reforzará el contingente británico en Estonia, frontera de la OTAN con Rusia.

Paralelamente, los representantes de los cinco servicios secretos de ambos países tienen previsto celebrar una reunión conjunta por primera vez. El objetivo es reforzar “la cooperación en materia de seguridad y justicia penal” en la lucha contra el terrorismo, según explicó un portavoz del Gobierno británico. Entre los temas de discusión figura el análisis de los últimos ataques terroristas en Manchester, Barcelona y Londres.

Joya medieval

Tras una conferencia de prensa conjunta, la primera visita del presidente francés al Reino Unido concluirá en el Museo Victoria y Albert, donde Macron debe anunciar el préstamo del célebre Tapiz de Bayeux, una obra maestra del arte medieval, que describe la invasión de Inglaterra por parte del duque de Normandía, Guillermo el Conquistador.