Violencia sin fin en Nigeria. El mediodía de este viernes, en pleno rezo, tres artefactos explosivos han estallado en la Gran Mezquita de Kano, donde señorea el emir Sanusi Lamido Sanusie, uno de los dignatarios islámicos más importantes de Nigeria. Los estallidos han provocado una situación de caos, con cientos de fieles intentando huir de la mezquita mientras la policía comenzó a disparar. Otros testigos señalaron que las bombas fueron arrojadas por un comando terrorista que comenzaron a disparar contra los fieles.

Dos bombas han explotado una después de la otra en la Gran Mezquita, segundos antes de que comenzara la plegaria del viernes", explicó uno de los testigos, que señaló que inmediatamente después se produjo otra explosión. Por el momento se desconoce la cifra de víctimas aunque testigos presenciales aseguran haber visto al menos 50 cadáveres.

80 MILLONES DE FIELES

El atentado en la Gran Mezquita de Kano se produce apenas una semana después de que el emir Lamido hiciera un llamamiento a todos los musulmanes para que tomaran las armas contra Boko Haram, por lo que todo indica que el atentado de ayer es una venganza de ese grupo terrorista que en la última semana ha lanzado una salvaje oleada de atentados terroristas en todo el norte de Nigeria.

El emir de Kano está considerado el segundo dignatario islámico más importante de Nigeria, por detrás del emir de Sokoto, líder de los musulmanes nigerianos (unos 80 millones de personas).