La presidenta del Frente Nacional, Marine Le Pen, ha sido imputada por un posible delito de abuso de confianza alhaber utilizado fondos del Parlamento Europeo para pagar los sueldos de su jefa de gabinete en el partido, Catherine Griset, y de su guardaespaldas Thierry Legier entre 2009 y 2016.

La fiscalía financiera le imputa igualmente el cargo de complicidad por hechos cometidos entre el 2014 y el 2016. Su abogado ha anunciado que este mismo lunes presentará un recursoporque, a su entender, se viola el principio de separación de poderes.

El partido ultraderechista está en el punto de mira de la justicia al sospecharse que orquestó un sistema para remunerar a personal del Frente Nacional con créditos europeoshaciéndole pasar por asistentes parlamentarios de sus eurodiputados, la misma estrategia usada por otros partidos con dificultades de financiación.