Italia vivió ayer, a poco más de una semana para las elecciones del 4 de marzo, una intensa jornada de marchas y concentraciones de antifasacistas y fuerzas de ultraderecha, además del mitin del líder de la xenófoba Liga Norte (LN), Matteo Salvini. Las principales marchas tuvieron lugar en medio de un debate sobre el posible auge de movimientos xenófobos y de agresiones recíprocas entre ideologías extremas.

En la capital italiana, la Asociación Nacional de Partisanos y otras 20 organizaciones se manifestaron con el lema «Nunca más fascismo, nunca más racismo» y lo hicieron junto a exponentes de partidos de izquierdas, rivales a su vez en los comicios.

En Milán, el acto principal fue el mitin con el que el líder de la xenófoba LN, Matteo Salvini, quiso ofrecer una demostración de fuerza ante miles de sus seguidores en la icónica plaza del Duomo. A pocos metros de distancia, ante el castillo Sforza, la formación neofascista CasaPound celebraba un acto electoral, y en una calle adyacente la extrema izquierda se concentraba para denunciar la presencia de esta ideología en la ciudad.