Quince días después de la primera reunión con los agentes sociales, el Gobierno francés ha presentado la hoja de ruta de la ambiciosa reforma laboral que Emmanuel Macron quiere poner en marcha rápidamente usando la prerrogativa del decreto para evitar un largo debate parlamentario.

El primer ministro, Edouard Philippe, acompañado de la titular de Trabajo, Muriel Pénicaud, han desvelado este martes las líneas maestras y el calendario de uno de los principales textos legislativos del mandato que el Gobierno pretende tener listo el próximo otoño. Hasta entonces se multiplicarán las reuniones de concertación con sindicatos y patronal.

“No estaremos de acuerdo en todo, pero debemos avanzar”, ha dicho Philippe. El Ejecutivo necesitará la luz verde del Parlamento para sacar adelante varios decretos que modifican la actual legislación laboral. Uno de ellos será el relativo a los acuerdos empresariales y sectoriales, otro versará sobre las modalidades del diálogo social y un tercero sobre las garantías laborales.

Son áreas que cubren varias de las promesas que hizo Macron durante la campaña. En concreto, la de establecer un baremo para que las empresas conozcan de antemano el precio de los despidos improcedentes que terminen en los tribunales o la posibilidad de que la empresa convoque un referéndum sobre las condiciones laborales, una iniciativa hasta ahora reservada a los sindicatos.

TRABAJADORES INDEPENDIENTES

A la reforma de la legislación laboral le seguirá la del sistema de prestación por desempleo. Aquí la principal novedad es que los trabajadores independientes y quienes dimitan de sus cargos tendrán derecho a paro a partir del verano del 2018.

Entre las recetas del nuevo presidente para rebajar las cifras del paro -hoy en torno al 10%- figura un plan de formación para desempleados cuyas primeras medidas se verán a principios de septiembre. Otra reforma emblemática, la de las pensiones, se discutirá en el 2018.

La titular de Trabajo, Muriel Pénicaud, una mujer con fama de buena negociadora, garantizó que no se tocarán los “fundamentos” del código laboral pero que sí habrá que tener en cuenta que la economía francesa ha evolucionado y las expectativas de los trabajadores también. “Ha llegado el momento de asumir una renovación profunda”, subrayó.

Los principales líderes políticos habían pedido al Gobierno aclarar el contenido de la reforma antes de la primera vuelta de las elecciones legislativas que se celebran este domingo.

Una broma sobre inmigrantes fuera de lugar

A Emmanuel Macron le bastaron unos segundos para desencadenar una ola de indignación y el primer incidente diplomático de su mandato. Fue el pasado jueves, al visitar un centro de salvamento marítimo en Bretaña. El presidente hizo una broma de mal gusto sobre las embarcaciones en las que se juegan la vida los emigrantes clandestinos de las islas Comores que pretenden llegar a Mayotte, departamento francés de ultramar situado en el Indico. “El kwassa-kwassa pesca poco, lo que trae son comorenses. Es diferente”. El Elíseo se disculpó por una frase poco afortunada. Sobre todo teniendo en cuenta que en la travesía de Comores a Mayotte han muerto casi 10.000 personas desde 1995. El Gobierno de las islas Comores montó en cólera y exigió una disculpa. Macron intentó rebajar la tensión durante una conversación telefónica con su homólogo comorense, Assoumani Azali, en la que ambos acordaron trabajar en un clima de serenidad y confianza mutua.