Emmanuel Macron convertirá la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres en el gran eje transversal de su mandato. Coincidiendo con el Día Internacional contra la Violencia de Género, el presidente francés anunció ayer un ambicioso plan que tendrá tres áreas prioritarias: la educación, la atención a las víctimas y el refuerzo represivo.

El objetivo es librar un combate cultural que implique a la sociedad en su conjunto para atajar la raíz del problema y deshacer los estereotipos que se han construido sobre la mujer. «Es indispensable que la vergüenza cambie de campo», dijo Macron durante un discurso pronunciado en el Elíseo ante unos 200 representantes de asociaciones, magistrados, miembros del Gobierno y diferentes instituciones del Estado.

Antes de exponer las medidas de su plan, Macron pidió un minuto de silencio para las 123 mujeres que murieron en Francia en el 2016 a manos de sus parejas o exparejas. Ese mismo año, 225.000 sufrieron algún tipo de abuso, pero solo una de cada cinco acudió a la justicia. «En nuestra vida diaria ha crecido una especie de barbarie cuyo rostro no queremos reconocer porque es familiar», subrayó el presidente.

Para facilitar que las víctimas den un paso al frente se creará una plataforma on line en la que, de forma interactiva, podrán hablar con policías y gendarmes disponibles las 24 horas del día de las situaciones de violencia, discriminación o acoso que hayan sufrido. Los hospitales abrirán unidades específicas de atención psicosocial que se sumarán a las unidades médico-legales. Estas últimas conservarán las pruebas de las agresiones aunque la mujer no vaya a presentar una denuncia. «La justicia se dirigirá a las mujeres y no a la inversa», resaltó el presidente. El sistema educativo tendrá un papel esencial. Los centros públicos contarán con un módulo específico de prevención y quienes trabajen en guarderías recibirán formación para evitar las representaciones sexistas. «Es toda la sociedad la que está enferma de sexismo. Hay que actuar antes de que nuestros hijos se eduquen en los estereotipos y los clichés», justificó Macron. Además de campañas de sensibilización, los padres serán objeto de especial atención para ayudarles a detectar síntomas de exposición de sus hijos a la pornografía o al acoso a través de las redes sociales.

Macron quiere revisar la legislación para castigar este tipo de comportamientos y regular el contenido de los videojuegos. También ha pedido al mundo de la publicidad y de la moda reflexionar sobre la representación social de las mujeres.

Entre las disposiciones represivas anunciadas destaca la creación del delito de «ofensa sexista» para castigar el acoso en la calle. «Las mujeres no deben tener miedo de salir, ni la calle tiene que ser su infierno cotidiano», siguió el presidente, quien alertó de que tampoco conviene caer en la práctica cotidiana de la delación. La secretaría de Estado de Igualdad tendrá un presupuesto de 420 millones de euros en el 2018 y Macron prometió que no habrá recortes en el futuro.