Lucía Topolansky no para de tener sorpresas: ocupará por cuatro días el cargo que tuvo su esposo, José Mujica, entre el 2010 y el 2015. Designada vicepresidenta en medio de una crisis interna de la coalición gubernamental Frente Amplio, la también exguerrillera tupamara reemplazará por unos días al jefe de Estado, Tabaré Vázquez. El viaje del presidente a Nueva York, donde participará en la Asamblea General de las Naciones Unidas, convierte a Topolansky en mandataria provisional.

“Mi relación con él [Vázquez] es buena”, dijo la flamante primera vicepresidenta de la historia uruguaya. “Siempre que le pedimos para hablar, para hacer un planteamiento, siempre tuvimos la puerta abierta, y eso yo lo valoro mucho”, dijo sobre su vínculo con Vázquez. No han faltado los analistas políticos que auguraron una relación conflictiva entre ambos. Pero Topolansky descartó que eso suceda. “Me parece que voy a poder trabajar muy bien. Mi función fundamental será el puente, el ida y vuelta”.

La exintegrante de Tupamaros llegó a la vicepresidencia después de la renuncia a ese cargo de Raúl Sendic, hijo del fundador de esa guerrilla, a principios de los años 60, en medio de denuncias de uso indebido de fondos públicos. Sendic dijo ser objeto de una persecución opositora y abandonó el cargo deseándole una “buena gestión” a su sucesora.

Acelerar las leyes

“Asumo esta responsabilidad en la mitad de un período. Hay una cantidad de cosas a las que le voy a dar continuidad. Tengo claro que la función principal del Poder Legislativo es viabilizar las leyes y lo que me propongo es poder apretar un poco el acelerador y sacar un montón de leyes que están con media sanción o en discusión antes de que termine este año”, dijo la nueva vicepresidenta.

Topolansky nació en 1944, estuvo 13 años encarcelada y desde que abandonó la prisión y unió su destino al de Mujica hizo un culto de la austeridad. Las nuevas responsabilidades políticas le provocan sensaciones encontradas. De un lado, el entusiasmo. Por el otro, el reconocimiento del “paso de los años” y las “complicaciones de mi casa: al final lo importante son las cosas cotidianas”.