Las autoridades británicas, cuyas relaciones con Moscú se han tensado, aún deben renovar el visado de Roman Abramovich, el multimillonario ruso propietario del Chelsea, cuyo permiso expiró el mes pasado. Sin embargo, fuentes cercanas al oligarca ruso explicaron que la renovación de los papeles está en el procedimiento estándar, restando trascendencia al asunto.

«Se está demorando más de lo normal, pero no hay indicios de que la visa no se renueve ya que no hay rechazo», agregaron las mismas fuentes. Sin embargo, Abramovich ya no asistió el pasado sábado a la final de la Copa de Inglaterra, duelo en el que el Chelsea.

Las relaciones entre Gran Bretaña y Rusia se han deteriorado después de que Londres acusara a Moscú de envenenar al exagente doble Sergei Skripal en Gran Bretaña el pasado marzo.