La presión demográfica que existe en el Líbano, país que tiene frontera con Síria, es uno de los mayores retos que afronta el país mediterráneo. Uno de cada cuatro habitantes es refugiado. Este fenomeno ha afectado de forma muy directa a los municipios libaneses como Sidón (Saida), una localidad de 20.000 habitantes que ha visto incrementar su población hasta las 80.000 personas en los últimos años.

Trípoli, la segunda mayor ciudad del país, tenía medio millón de habitantes antes de que empezara la guerra de Síria. Hoy en día, hay 150.000 habitantes más, lo que supone un incremento del 30% de su población. El alcalde de Trípoli, Ahmad Kamareddine, ha declarado que hay "mucho sufrimiento en Líbano por el cambio brusco en el número de habitantes" y ha especificado que las consecuencias se traducen en problemas en las infraestructuras y en la gestión de los desechos. "Los libaneses se han adaptado a la situación pero al principio tuvimos muchos problemas", ha concluído.

Cooperación conjunta

Por este motivo, una delegación de la Unión de Municipios d'Al Fayhaa, junto con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se ha trasladado estos últimos días a Barcelona para planificar proyectos de mejora en diferentes campos en Líbano. "En Trípoli tenemos un problema con el manejo de nuestros residuos, por esto hemos venido aquí, para beneficiarnos de vuestra experiencia", ha afirmado el alcalde tripolitano a El Periódico.

Por ello, instituciones catalanas como la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputación, el Área Metropolitana de Barcelona y el Fondo Catalán de Cooperación al Desarrollo se han puesto manos a la obra de forma conjunta y coordinada para dar respuesta a la crisis humanitaria en el Mediterráneo. "Es la primera vez que nos decidimos a ir todos coordinados a un terreno y hacer una cooperación de país", ha afirmado Manel Vila, director general de la Agència Catalana de Cooperació al Desenvolupament, al ser preguntado por este diario.

Residuos, médicos y sonrisas

Vila ha explicado que "la primera necesidad que afrontan los municipios del Líbano es la cuestión de los residuos y la limpieza debido al aumento de la población y al cambio de culturas que esto conlleva". Este acuerdo de cooperación prevé destinar más de 1,5 millones de euros para poder, en primer lugar, facilitar la reforma del sistema de selección, separación y tratamiento de los residuos del vertedero de Trípoli.

El presupuesto se va a repartir en dos líneas de actuación: se va a tratar la cuestión de los residuos a través del PNUD junto con otros proyectos en colaboración con diferentes oenegés como Metges del Món, Proactiva Open Arms, Creu Roja Catalunya y Pallassos sense fronteres, entre otras.

Cuotas de refugiados

Vila, que ha instado al Gobierno español a cumplir con sus compromisos de acogida de refugiados, ha adelantado que Catalunya ya está discutiendo otro programa de cooperación para el 2020 en colaboración con Europa para seguir dando respuesta a las municipalidades.

Todos los participantes en este programa de cooperación pretenden responder conjuntamente a la crisis de refugiados que vive el Mediterráneo a partir del reconocimiento que los países vecinos de Síria, como el Líbano, se encuentran en una situacion de máxima prioridad humanitaria.

De hecho, antes del inicio de la guerra de Síria, Líbano tenía una población de 4,5 millones de personas. Según los últimos datos del Banco Mundial, la población libanesa ya es de más de seis millones de personas. Líbano, por sus fuertes lazos históricos, económicos, sociales y políticos con Síria, ha instaurado una política de "fronteras abiertas".