El Gobierno de Kiev ha realizado este viernes un gesto hacia los prorrusos que mantienen edificios ocupados en el este de Ucrania y les ha prometido una "descentralización" del país y un "estatuto especial" para la lengua rusa. Este intento de rebajar la tensión se produce el día después de que Ucrania, Rusia, EEUU y la UE firmaran en Ginebra un acuerdo que ya ha sido rechazado por los separatistas, que reclaman la dimisión del Gobierno proeuropeo.

"El Gobierno ucraniano está dispuesto a impulsar una reforma constitucional de envergadura que conceda amplios poderes a las regiones (...) Vamos a acordar un estatuto especial para la lengua rusa y garantizaremos la protección de esta lengua", ha afirmado el primer ministro, Arseni Yatseniuk en un mensaje a la nación acompañado del presidente, Olexandre Turchinov.

Ambos dirigentes han hecho hincapié en su voluntad de diálogo y de pacificar la situación. "Queremos que el acuerdo se instale en Ucrania (...) El Gobierno está dispuesto a modificar la ley fiscal para dar recursos financieros a cada territorio ucraniano", ha anunciado también Yatseniuk.

El primer ministro ha lanzado un guiño a las ciudades rebeldes, donde las fuerzas prorrusas se han hecho fuertes ocupando edificios públicos, sin olvidar a Crimea ni al oeste proeuropeo. "Nuestro Gobierno es el Gobierno de Donetsk y el de Lugansk (este), y el de Lviv y Ternopil (oeste), y el de Simferopol", ha subrayado el 'premier'.

Está por ver qué acogida tienen estas promesas. Los prorrusos ya han afirmado que quieren la renuncia del Gobierno ucraniano antes de acatar el acuerdo de Ginebra.