El Gobierno del Reino Unido ha confirmado de nuevo esta semana que confía en activar el brexit, tal y como está previsto, antes del 31 de marzo y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, le ha recordado este martes que la factura que tendrá que asumir a cuenta del divorcio será muy cara. “Los británicos deben saber que no será a coste reducido o coste cero. Deben respetar los compromisos que asumieron”, ha avisado el democristiano luxemburgués durante un discurso ante el Parlamento federal de Bélgica. “Así que, dicho crudamente, será una factura muy cara”.

Aunque ni la Comisión Europea ni el Gobierno británico han puesto cifras oficiales sobre la mesa, hace meses que las calculadoras echan humo a ambos lados del canal de la Mancha. Un informe filtrado en octubre por la prensa británica cifraba en 72.000 millones anuales el dinero que el Tesoro británico dejaría de recaudar anualmente a cuenta de los ingresos fiscales perdidos, mientras que otra estimación de noviembre situaba en torno a los 60.000 millones el dinero que Londres tendrá que pagar a las arcas comunitarias tras su separación para compensar al club por los compromisos asumidos, las garantías de préstamos y el coste de los proyectos.

SIN HOSTILIDAD

En Bruselas insisten en que no están en disposición todavía de dar cifras y que el trabajo sigue en marcha. Pero Juncker ha vuelto a centrar buena parte de su comparecencia en el mayor desafío político al que se enfrenta actualmente la UE. Como ya ha dicho en tantas y tantas ocasiones, los negociadores europeos parten de la base de que las conversaciones será “difíciles” y que llevará años pactar los términos de la separación y de la futura relación.

Juncker también ha abogado por dejar de lado cualquier sentimiento “de hostilidad” hacia Londres y negociar partiendo de la base de que el continente debe mucho al Reino Unido, pero sin llegar a la ingenuidad. “Sin Winston Churchill no estaríamos aquí, pero no debemos ser naífs. Nuestros amigos británicos deben entender que queremos continuar desarrollando nuestra integración”, ha explicado, advirtiendo que el 'brexit' es una crisis sin resolver y que solo empezarán a negociar una vez que Theresa May notifique oficialmente la activación del artículo 50 del Tratado.