"No querías caldo, pues toma dos tazas", es lo que puede que haya pensado Lawrence John Ripple, pensionista de 71 años de Kansas, EEUU, al oir la sentencia que le condena a arrestro domiciliario por atracar un banco en su ciudad natal. El objetivo de Ripple nunca fue el dinero, sino huir de su mujer. "Prefiero estar en prisión que en casa contigo", con esta frase se despidió de su esposa en dirección al banco, según recoge el diario local 'The Kansas City Star'.

Los hechos sucedieron el pasado septiembre, cuando Ripple decidió que no podía aguantar más el vivir con su esposa y escogió ir la cárcel. Redactó en su casa, delante de ella, una nota en la que escribió: "Tengo una arma, dame el dinero". Esa fue su única arma, con la que se personó en el banco y se la entregó a la cajera. Ésta, al leerla, le llenó sin discutir una bolsa con 2.924 dólares y accionó el dispositivo para alertar a la policia del atraco. Ripple, siguiendo su plan y ante la mirada atónita de los presentes, abrazó la bolsa con el dinero y se sentó en el suelo de la oficina bancaria a esperar a los que para él representaban sus salvadores.

El tribunal pedía inicialmente una pena de algo más de tres años de cárcel para el atracador, pero tanto el fiscal federal como el vicepresidente del banco y la trabajadora que le entregó el dinero intercedieron para pedir indulgencia. La petición, sumada a su falta de antecedentes y al atenuante de que desde el 2015 arrastra una depresión por un cuadruple baipás de corazón, han acabado de reducir la pena a seis meses de arrestro domiciliario y una indemnización de algo más de 300 dólares al banco.