Irán ha anunciado este sábado haber probado con éxito su nuevo misil balístico, llamado Jorramshahr, con un alcance de 2.000 kilómetros, que tan solo un día antes fue mostrado por sus Fuerzas Armadas durante un desfile militar en Teherán. La prueba se ha difundido en unos momentos en que EEUU intensifica la presión contra el programa balístico de Teherán y amenaza con cancelar el acuerdo nuclear con la República islámica.

El lanzamiento del misil se llevó a cabo desde un lugar desconocido y pocas horas después de su exhibición, según ha publicado en un vídeo el canal de televisión iraní en inglés PressTV. El vídeo, asimismo, contiene imágenes de la cámara de telemetría de cuatro ángulos diferentes que muestra el momento en que la ojiva del misil fue descargada.

El misil Jorramshahr fue exhibido el viernes pese a las advertencias de Estados Unidos contra el programa armamentístico de Irán, durante un desfile militar y con la presencia del presidente iraní, Hasan Rohani, y otros altos funcionarios militares.

El comandante de la división aeroespacial del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución, Amir Ali Hayizadeh, informó de que el misil Jorramshahr es capaz de transportar múltiples ojivas "para golpear varios objetivos a la vez", afirmó Hayizadeh, citado por la agencia oficial Irna.

Sanciones estadounidenses

Este nuevo avance armamentístico se produce a pesar de que Washington ha impuesto en los últimos meses varias tandas de sanciones contra entidades e individuos iranís vinculados con el programa de misiles de Teherán. El viernes, precisamente, Rohani aseguró durante el desfile que su país iba a aumentar su capacidad militar y reforzar sus programas armamentísticos, incluido el de misiles.

El anuncio tiene lugar en un clima de tensión entre Irán y EEUU, donde el presidente Donald Trump ha amenazado con sacar a su país del acuerdo nuclear que Washington firmó en el 2015 con Teherán, conjuntamente con Alemania, China, Francia, el Reino Unido y Rusia.

El acuerdo nuclear no prohíbe las actividades balísticas de Irán, pero la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, que lo ampara, pide a Irán que no realice actividades destinadas a desarrollar misiles diseñados para transportar ojivas nucleares.

Cabezas nucleares

Las autoridades iranís afirman que sus misiles no están diseñados para llevar cabezas nucleares y que, en términos más generales, Teherán no tiene un programa para fabricar armas nucleares. Sí reconocen, en cambio, poseer la tecnología necesaria para aumentar el alcance de los misiles, por ahora limitado a 2.000 kilómetros.

Irán ya posee otros dos misiles, Ghadr-F y Sejil, con un alcance de 2.000 kilómetros y capaces de llegar hasta Israel, enemigo jurado de Irán, y las bases estadounidenses en la región. Rohani afirmó el viernes que Teherán rechazaba limitar su programa balístico.

"Quieran o no, vamos a reforzar nuestras capacidades militares, necesarias en materia de disuasión. No solo vamos a desarrollar nuestros misiles, sino también nuestras fuerzas aéreas, terrestres y marítimas. Para defender a nuestra patria, no vamos a pedir permiso a nadie", dijo Rohani durante el desfile militar.

El acuerdo del 2015 se firmó para garantizar el carácter estrictamente civil y pacífico del programa nuclear iraní, a cambio del levantamiento progresivo de las sanciones contra Teherán. Pero desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, EEUU ha multiplicado los ataques contra el acuerdo, que el propio magnate republicano prometió romper el año pasado.