El Gobierno de Vladimir Putin en Rusia ha introducido restricciones significativas a la libertad de expresión en internet y una vigilancia invasiva a las actividades en la red al tiempo que persigue a quienes le critican bajo el argumento de combatir el extremismo, ha denunciado este martes Human Rights Watch (HRW).

En su informe 'Online y en todos los frentes: El asalto de Rusia contra la libertad de expresión', HRW ha documentado las crecientes medidas en el país para poner internet bajo un mayor control del Estado. Así, según esta organización de defensa de los derechos humanos, desde 2012 las autoridades rusas han procesado de forma injustificada a decenas de personas por delitos penales sobre la base de publicaciones en las redes sociales, artículos en los medios y entrevistas y cerrado o bloqueado el acceso a cientos de páginas web.

Igualmente, las autoridades rusas también han impulsado en el Parlamento una serie de leyes restrictivas que regulan el contenido en internet y la infraestructura. Dichas leyes, según HRW, dan al Gobierno ruso un amplio abanico de herramientas para restringir el acceso a la información, realizar una vigilancia sin controles y censurar información que el Ejecutivo considera "extremista", ajena a los "valores tradicionales" o dañina para la población.

"Las autoridades de Rusia están encabezando un asalto a la libertad de expresión", ha denunciado Yulia Gorbunova, investigadora sobre Rusia en HRW. "Estas leyes no solo introducen políticas duras sino que también suponen una flagrante violación de los Derechos Humanos", ha incidido. En este sentido, HRW ha reclamado que Rusia debería derogar la legislación adoptada en los últimos años, dejar de procesar a sus críticos bajo el argumento de combatir el extremismo y cumplir con sus obligaciones internacionales de salvaguardar la libertad de expresión.

Para elaborar su informe HRW ha entrevistado a más de 50 abogados, periodistas, editores, activistas políticos y de derechos humanos, expertos y blogueros, así como a sus familiares, y analizado las leyes y reglamentos gubernamentales relativos al contenido en Internet y la libertad de expresión, así como las imputaciones, veredictos judiciales y otros documentos relativos a casos pertinentes.

REDUCIR EL DEBATE PÚBLICO

Según HRW, algunas de las leyes restrictivas parecen esta diseñadas para reducir el espacio para el debate público, incluso 'online', especialmente en cuestiones que las autoridades rusas consideran como divisivas o sensibles, como el conflicto en Ucrania, el papel de Rusia en la guerra en Siria, los derechos de la comunidad LGBT y las protestas públicas, entre otros.

"Limitar la libertad de expresión sirve para cerrar el debate público y niega una voz a cualquiera que no esté satisfecho con la actual crisis económica o simplemente sea crítico con la política exterior de Rusia", ha lamentado HRW en su comunicado. "El Gobierno ruso controla efectivamente buena parte de los medios tradicionales, pero los usuarios independientes de Internet han estado retando abiertamente las acciones del Gobierno", ha subrayado Gorbunova, incidiendo en que las autoridades rusas ven a estos usuarios como "una amenaza que necesita ser desarmada".

En este sentido, el informe ha documentado leyes que buscan minar la privacidad y la seguridad de los cibernautas regulando el almacenamiento de datos de usuarios y garantizando que algunos de estos datos, incluida información confidencial de usuarios y el contenido de comunicaciones, pueda ser puesto a disposición de las autoridades, sin que a menudo medie una supervisión judicial.

Según los datos del Centro SOVA, un 'think tank' ruso, el número de usuarios de redes sociales condenados por delitos de extremismo en 2015 alcanzó 216, frente a 30 en 2010. Entre 2014 y 2016, aproximadamente el 85 por ciento de las condenas por "expresión extremista" tuvieron que ver con afirmaciones en la red, con penas que fueron desde multas hasta cárcel.

LLAMAMIENTO AL GOBIERNO RUSO

HRW ha recordado al Gobierno de Putin que "la libertad de expresión es uno de los pilares esenciales de una sociedad democrática y se extiende no solo a la información e ideas que se reciben de forma favorable sino también a aquellas que ofenden, sorprenden o perturban". En este sentido, ha añadido, Moscú "debería respetar y mantener el derecho de los ciudadanos a recibir libremente y diseminar todo tipo de información en virtud del Derecho Internacional".

Por otra parte, ha reclamado a los aliados de Rusia a que expresen su preocupación en distintos foros internacionales, como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la OSCE o el Consejo de Europa, así como en sus contactos bilaterales. A las grandes empresas de internet que operan en Rusia, como Twitter, Facebook, Microsoft, Google y VK, HRW les ha pedido que "evalúen cuidadosamente las demandas del Gobierno ruso de censurar contenido o compartir datos de usuarios" y que se contengan de acatarlo cuando las peticiones no son conforme a los estándares de los Derechos Humanos.