Después de 25 años de prisión sin haber cometido ningún delito, Desmond Ricks, un ciudadano de Detroit que fue acusado de asesinato y encarcelado en 1992, será recompensado con 820.000 euros. En mayo del 2017, Ricks salía por primera vez de la prisión de esta ciudad del estado de Michigan, tras haber demostrado su inocencia ante los tribunales. “La justicia ha prevalecido, no estoy enfadado, sino aliviado” aseguraba Ricks en sus primeros días de libertad.

Ahora la Fiscalía General de Michigan ha asegurado que el exacusado recibirá una indemnización como parte de un programa estatal que compensa a individuos condenados injustamente. El juez Michael Talbot ya ha firmado el pago y Ricks ha manifestado que se siente “bendecido” por ser libre y que destinará el dinero a emprender un negocio y a ayudar a niños huérfanos. Sin embargo, también ha pedido una compensación adicional de 180.000 euros más.

Después de un gran esfuerzo para demostrar su inocencia y tras recibir la ayuda de la Clínica de Inocencia de la Facultad de Derecho de la Universidad de Michigan, el acusado pudo probar que las dos balas extraídas del cuerpo de la víctima no pertenecían al arma que relacionaron con Ricks, y que la acusación fue fruto de una manipulación de los cuerpos policiales.

Manipulación de las pruebas

En 1992, Ricks vio como disparaban a su compañero Gerry Bennett al salir de una hamburguesería de Detroit. Tras huir corriendo por miedo a ser abatido por una de las balas, fue detenido y acusado de haber disparado a su amigo con la pistola de su madre. Tras ser archivado, la fiscalía retomó el caso a petición de la Clínica de Inocencia que pidió al juez Richard Skutt que reiniciara la investigación a raíz de unas fotos de dos de las balas que acabaron con la vida de Bennet.

A parte de reclamar una mayor recompensa económica, Ricks ha afirmado que se plantea presentar una denuncia acusando a la policía de Michigan de haber manipulado intencionadamente las pruebas para incriminarlo de homicidio en 1992.