“Vivimos un día histórico”. Fueron las primeras palabras del presidente francés, François Hollande, al inaugurar oficialmente este lunes la conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático ante 150 jefes de Estado y de Gobierno que tendrán ante sí el reto de buscar un compromiso sobre el futuro del planeta.

Hollande ha pedido que este compromiso se traduzca en un acuerdo “global, diferenciado y vinculante” y ha puesto tres condiciones para que los 11 días de negociaciones que tienen por delante las delegaciones culminen con éxito. En primer lugar, tendrá que definirse una trayectoria “creíble” para contener el aumento de lastemperaturas por debajo de los dos grados centígrados o incluso, si fuera posible, por debajo de 1,5 respecto a los niveles preindustriales. Habrá que prever, en este sentido, un mecanismo de revisión cada cinco años.

En segundo lugar, dar una respuesta solidaria a los estados con más dificultades para adaptarse a las nuevas pautas de reducción de emisiones estableciendo un mecanismo de diferenciación de los esfuerzos de cada país. “No se puede abandonar a ningún territorio frente a los desajustes del cambio climático”, ha dicho. La tercera condición del presidente francés ha sido que toda la sociedad se ponga en marcha -empresas, ciudadanos y representantes políticos- y se impliquen en la búsqueda del mismo objetivo.

El presidente francés enumeró a continuación las consecuencias que provoca el récord de temperaturas que sufre el planeta, destacando que las migraciones derivadas de los desajustes climáticos genera más refugiados que las guerras. “Lo que está en juego es la paz”, ha advertido.

OBLIGACIÓN MORAL

Asimismo ha hablado de la “obligación moral” de preservar el planeta y, al mismo tiempo, de la oportunidad económica que supone, a la vista del desarrollo de las energías renovables. “Nuestro mayor desafío es pasar de una mundialización basada en la competición a un modelo basado en la cooperación. Una asociación entre el Norte y el Sur, entre el hombre y la naturaleza. Por eso París es una cita excepcional”, ha resumido el inquilino del Elíseo.

Su discurso fue precedido por un minuto de silencio en memoria de las 130 víctimas de los recientes atentados de París y de otras capitales que han vivido el azote del terrorismo. A ello aludió también el mandatario francés en su discurso, para poner de relieve que los principales desafíos del siglo XXI son precisamente la lucha contra el cambio climático y el combate contra el terrorismo, para dejar a las generaciones venideras un planeta libre del terror y sostenible.