Una ley que castiga insultar a la monarquía con hasta cinco años de prisión y una multa de hasta 20.000 euros ha dividido a los partidos de la coalición que gobierna Holanda, que esta semana ha debatido en el Congreso si la norma debería ser desechada.

La medida ha sido propuesta por los progresistas del D66, y cuenta con el apoyo en el congreso de los verdes, los socialistas y los laboristas, pero debe hacer frente a la oposición de los partidos conservadores cristianos en el Gobierno, Llamada Demócrata Cristiana (CDA) y Unión Cristiana (CD).

"Estamos hablando del rey, nuestro rey, que no puede defenderse a sí mismo en un debate público", ha denunciado un congresista del CDA.

Bajo los cambios propuestos, el rey aún estaría protegido por los delitos de incitación a la discriminación y al odio, pero el debate ha desatado la polémica en el país, donde la familia real es muy querida y el rey Guillermo Alejandro ha demostrado ser un monarca tan popular como su madre, la reina Beatriz.

Por su parte, desde el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), liderado por el primer ministro holandés, Mark Rutte, se muestran partidarios de la medida, aunque con ciertas reservas.

"Si el rey tiene que presentar una denuncia, no vamos a apoyarla... El rey no debería ir en bici a la comisaría para prestar declaración" dijo el congresista del VVD, Sven Koopmans.

Sin embargo, y a pesar de las reticencias del VVD y los grupos cristianos, la propuesta cuenta con una suficiente mayoría parlamentaria para hacer que los insultos a la monarquía se juzguen como otro delito de injurias común.

UNA NORMA DE CASI 200 AÑOS

Las ofensas contra la monarquía son un delito poco habitual en Europa. En Holanda el crimen de lesa majestad constituye un crimen desde el siglo XIX, algo que también contemplan las legislaciones de Dinamarca, Noruega y España.

Sin embargo, hoy en día la ley "implica restringir la libertad de expresión", ha argumentado el líder del partido D66, Kees Verhoeven, sobre su propuesta de ley, presentada en el 2016.

"Es una legislación muy vieja y no se adecúa a la monarquía moderna", ha declarado Verhoeven. "Han pasado 185 años. Esa es una buena razón para actualizar la legislación" ha añadido.

En 2014, la fiscalía acusó a un activista del delito de lesa majestad por gritar lemas obscenos sobre los monarcas holandeses en una protesta en Ámsterdam, pero poco después retiraron la denuncia tras la fuerte controversia generada en el país sobre si se estaba produciendo un ataque a la libertad de expresión.

EL MONARCA, DECAPITADO

El último caso se produjo hace dos años. Un hombre fue condenado a 30 días de prisión tras acusar al rey en redes sociales de ser un asesino, un violador y un ladrón. El detenido también subió un montaje fotográfico en el que el rey Guillermo Alejandro aparecía siendo decapitado por el Estado Islámico.