Julian Assange debe ser poder recobrar la libertad y se compensado por “privación de la libertad”, según las conclusiones del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU. El fundador de Wikileaks lleva más de tres años refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres, donde pidió asilo para evitar se extraditado a Suecia, que quiere interrogarle por una acusación de violación. Los expertos consideran que Assange es víctima de una “detención ilegal” y en un comunicado han pedido a Suecia y el Reino Unido que estudien la situación del hacker australiano, “para garantizar su seguridad e integridad física, facilitar el ejercicio de su derecho a la libertad de movimientos y garantizar que goza plenamente de sus derechos, garantizados por las normas internacionales de detención”.

El Grupo también considera que Assange ha venido sufriendo desde su detención en el 2010 en Londres, “diferentes formas de privación de libertad”, primero, cuando fue encarcelado en régimen de aislamiento en la prisión londinense de Wandsworth y después al permanecer bajo “arresto domiciliario y luego confinamiento. En consecuencia el Grupo exige para él, el “derecho de compensación”.

El veredicto no es vinculante y las autoridades británicas a través del Foreing Office han indicado que el informe “no cambia nada”. Assange y su equipo legal han convocado a la prensa a fin de comentar las conclusiones.

Decisión controvertida

En la queja presentada al grupo de trabajo de la ONU, basado en Ginebra y dedicado a estudiar casos internacionales de detenciones arbitrarias, Assange argumentó que se hallaba ilegalmente confinado en la embajada, ante el riesgo de ser detenido si la dejaba. La decisión resulta muy controvertida y no tiene el poder legal de forzar a las autoridades británicas a dejar libre a Assange pero no es ni mucho menos intrascendente.

El llamado Working Group on Arbitray Detention, se ha pronunciado sobre confinamientos en países con las más penosas violaciones de los derechos humanos, tales como Arabia Saudí, Egipto o Birmania, donde denunciaron el caso de la famosa disidente Aung San Suu Kyi. Assange tiene ahora con el fallo a su favor una poderosa arma moral, que difícilmente pueden ignorar los gobiernos del Reino Unido y Suecia.

Cerrar el caso

De acuerdo con el abogado sueco de Assange, Per Samuelson, “solo hay una solución para Marianne Ny (la fiscal sueca que ha pedido la ex-tradición) y es dejarle en libertad inmediatamente y abandonar el caso”. El letrado entiende que si a su cliente, “se le considera un detenido, eso significa que ya ha cumplido su tiempo (de encierro). La otra opción para Suecia es cerrar el caso”,ha dicho.