Las autoridades griegas comenzaron este martes al amanecer una operación para desalojar a los alrededor de 8.500 refugiados (según cifras de Atenas) que aguardaban en el campamento de Idomeni, fronterizo con Macedonia. En el momento de publicar este texto, no había trascendido información sobre enfrentamientos en el campamento.

“Hasta las 10:30 de la mañana (una hora menos en España), se habían desalojado 608 personas de origen sirio y kurdo en 13 autobuses”, indicó a El Periódico Athanasios Koutsis, de la portavocía griega para la crisis migratoria. “Se les trasladará desde Idomeni a otros centros de hospitalidad en torno a Tesalónica, que ya tienen listas entre 6.000 y 7.000 plazas”.

Koutsis informó de que el proceso de desalojo durará entre 10 y 15 días e insistió en que no está siendo una operación por la fuerza. “La Policía no atacará. Esto no va de apalear a los refugiados. Se trata de moverlos de un campamento no oficial (en referencia a Idomeni) a centros de alojamiento oficial, gestionados por las autoridades, que tienen comida, agua, atención sanitaria, y en los que se puede empezar a procesar su solicitud de asilo tan pronto lleguen”.

“La operación está procediendo de manera tranquila y pacífica, sin protestas de ningún tipo. Los refugiados ya habían sido informados en los días previos”, apuntó Koutsis. Al menos 400 policías antidisturbios han sido desplegados en la zona para este operativo.

Fuentes policiales que solicitaron el anonimato respaldaron esa versión: “No ha habido enfrentamientos entre los agentes y los refugiados, ni escalada de tensión. Lo normal es pensar que no se usará la fuerza contra los refugiados”.

Por su parte, la portavoz en Grecia de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), Stella Nanou, señaló que la acción se conocía “desde hace semanas”. “No es nada que nos haya pillado por sorpresa. Las condiciones en Idomeni son muy malas y hay campamentos oficiales que les pueden acomodar”, comentó Nanou a este diario antes de embarcar en un vuelo hacia Tesalónica, para luego dirigirse a Idomeni.

“El desalojo se llevará a cabo de manera gradual. Esto no acabará hoy, por supuesto”, detalló. “Hasta donde yo sé, los buses les trasladan a campamentos en el norte de Grecia. No a todos, pero sí a la mayoría”.

La prensa desplazada al lugar no ha sido autorizada a entrar en el campamento para cubrir el desalojo, mientras que algunas oenegés, como Médicos Sin Fronteras (MSF), cuentan con acceso parcial al campamento.

“MSF y otras oenegés tienen tan solo acceso restringido a Idomeni. Nos preocupa que esto repercuta en actividades como la distribución de alimentos”, dijo la organización a través de su cuenta de la red social Twitter. “Los autobuses se llenan poco a poco y se marchan, pero todo está en calma”, apuntó.

Fuentes policiales citadas por el diario griego Ekathimerini especificaron que solo diez oenegés (entre ellas Acnur y MSF) podrían mantener cinco trabajadores en Idomeni para hacer seguimiento de la evacuación.

Idomeni alberga a unos 8.000 refugiados procedentes en su mayoría de Siria, Iraq y Afganistán. Este punto fronterizo con Macedonia ha sido la salida de Grecia usada por cientos de miles de personas en su ruta hacia el norte de Europa, atravesando los Balcanes. El cruce permanecía cerrado de manera efectiva desde el pasado 8 de marzo.