Los grandes países de la UE intentaron ayer aplacar los temores de los pequeños ante la propuesta francoalemana de una doble presidencia europea durante los debates de la Convención que elabora la futura Constitución de la UE.

Tras el rechazo la víspera de la creación de un presidente estable del Consejo de la UE por parte de los pequeños países, de la Comisión Europea y de la mayoría del Parlamento Europeo, los grandes países defendieron su modelo.

España, Francia, Alemania, Gran Bretaña e Italia insistieron en que no se marginará a los pequeños países ni se producirá una rivalidad entre la presidencia del Consejo y la presidencia de la Comisión. El Consejo de la UE será el organismo que se verá más afectado por la ampliación, por lo que es el que necesita una presidencia permanente que le dé estabilidad, indicó la ministra de Exteriores, Ana Palacio.