La familia del canadiense Joshua Boyle y de la estadounidense Caitlan Coleman, liberada tras cinco años de secuestro en Afganistán, ha aterrizado esta madrugada en Toronto y nada más llegar, Boyle ha dado detalles del calvario vivido. El exrehén ha relatado cómo los talibanes mataron a su hija, uno de los cuatro hijos que la pareja tuvo en cautividad, y violaron a su esposa.

"La estupidez y la maldad de la red Haqqani (integristas aliados de los talibanes) secuestrado a un peregrino y a su esposa embarazada llegados a Afganistán para ayudar en los pueblos de regiones controladas por los talibanes solo ha sido superada por la estupidez y la maldad de autorizar la muerte de mi hija Boyle por mi rechazo a una oferta que estos criminales me habían hecho", ha explicado Boyle.

Al borde de las lágrimas, Boyle ha leído un comunicado ante los medios que le esperaban en el que también ha relatado como por su rechazo a esa propuesta de los talibanes --propuesta que no ha detallado en qué consistía--, estos violaron a su esposa, "no en una acción solitaria", sino que fue "supervisada por el comandante de Haqqani Abu Hajar". Estos hechos ocurrieron durante su cautiverio, en el 2014, dos años después de que fueran secuestrados.

Con vistas a su recuperación y reintegración en lo que era su vida antes del secuestro, Boyle ha expresado su confianza en que podrá "construir un santuario seguro" que sus tres hijos "supervivientes" puedan llamar "hogar". "Deseo que puedan recuperar parte de la infancia que han perdido", ha señalado.

Viaje para ayudar a minorías

Sobre su viaje a Afganistán, con su esposa embarazada en el 2012, Boyle ha afirmado que lo emprendió para ayudar a "la minoría más ninguneada del mundo". "Esos pueblos que viven en zonas remotas controladas por los talibanes en Afganistán, donde ninguna oenegé, ningún trabajador humanitario ni ningún gobierno han logrado llevar la ayuda necesaria", ha apuntado.

Joshua Boyle y Caitlan Coleman, casados en el 2011, fueron secuestrados por los talibanes poco después de llegar a Afganistán, en el 2012, y luego fueron trasladados a Pakistán bajo la vigilancia de la red Haqqani. La familia ha sido liberada en una operación de las fuerzas paquistanís tras recibir información clave por parte de la inteligencia estadounidense.

Ninguna investigación

Boyle ha rechazado, en contra de lo publicado en algunos medios, que rechazara ser acompañado por las fuerzas estadounidenses a EEUU. Ha afirmado que quería reencontrarse con su familia en Canadá. Sus padres viven a 80 kilómetro de Ottawa.

Antes de viajar a Afganistán, Boyle se había implicado en la defensa de Omar Khadr, un canadiense de 15 años detenido en el 2002 en Afganistán y encarcelado en la base de Guantánamo antes de ser transferido y libetado en Canadá. En el 2009, Boyle se caso con la hermana de Khadr, Zaynab Khadr.

El Gobierno de Canadá ha celebrado "el regreso tan esperado" de la familia Boyle-Coleman. "Canadá ha jugado un papel activo a todos los niveles en este caso y lo continuará haciendo ahora que ya están en casa", ha señalado el Ministerio de Exteriores canadiense. Su máxima responsable, la ministra Cryistia Frelland, ha asegurado que Boyle "no es objeto de ninguna investigación" en Canadá.