“A Alberto Nisman lo mataron. Fue un magnicidio de proporciones desconocidas", ha asegurado este jueves la exesposa del fiscal, Susana Arroyo Salgado, al dar a conocer las pericias realizadas por la querella. Acompañada por los peritos forenses Julio Ravioli, Osvaldo Raffo y el licenciado en criminalística Daniel Salcedo, la juez Arroyo Salgado ha dicho que "la investigación solo admite tres hipótesis: accidente, suicidio u homicidio” y “descartamos absolutamente las dos primeras". El fiscal que acusó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de diseñar un plan para garantizar la impunidad de los iraníes sospechados de haber participado del atentado contra la mutual judía (AMIA), que provocó 85 muertes, fue, según su exesposa, “víctima de un homicidio".

El informe se conoce una semana después de que el juez federal Daniel Rafecas desestimara, por carecer de “elementos mínimos”, la denuncia de Nisman contra la presidenta, retomada por el fiscal Gerardo Pollicita. La Cámara Federal, tribunal de segunda instancia, resolverá si es pertinente el pedido de apelación de Pollicita.

Tras un mes de trabajo, los peritos contratados por Salgado y la madre de Nisman determinaron que el cuerpo del fiscal fue movido luego de su deceso y el arma hallada en el lugar es la que se utilizó para el disparo. No existió espasmo cadavérico, un dato que sería importante para avalar la hipótesis de que se quitó la vida. Nisman tampoco estaba alcoholizado, como consignó una versión.

La juez ha revelado que los especialistas contratados por la parte querellante trabajaron sobre la “base de fotos y videos tomados el día del hallazgo sin vida por parte de Prefectura Naval y la Policía Federal, más el análisis de fotos y videos tomados por el análisis de fotos de la autopsia, a lo que se agregan informes médicos y balísticos llevados a cabo por peritos oficiales".

"La falta de participación de peritos de parte en la autopsia de Alberto Nisman en conclusiones precipitadas e inequívocas ha sido funcional a los homicidas", ha dicho. "Como familia y miembro del poder judicial de la Nación anheló que el trabajo de los forenses sea el hito fundacional a partir del cual la investigación encuentre el cauce que hoy no tiene hacia el esclarecimiento de la verdad", ha asegurado. Las conclusiones han sido entregadas previamente a Viviana Fein, la fiscal del caso. Fein hasta el momento se ha abstenido de dar una conclusión sobre el deceso.

Presentación ante la prensa

Los peritos que asisten a Arroyo Salgado la acompañaron en su presentación ante la prensa. Raffo es una suerte de eminencia en materia forense. Su nombre está asociado a casos de resonancia mediática, y, también, a la última dictadura militar (1976). En 1981, Raffo le escribió al general Ramón Camps, el jefe policial que se jactó de haber matado 5000 personas. En su misiva aseguró sentir “un problema de conciencia y de dignidad” cuando supo que el periodista Jacobo Timerman denunció haber sido torturado.

La libertad de Timerman era reclamada en todo el mundo, y provocó serios roces entre EE.UU y Argentina. Raffo dijo haber revisado al fundador del diario La Opinión en la jefatura de policía y declaró que “no presentaba signo alguno de violencia externa”. A su criterio, Timerman había sido “tratado correctamente”. Ya en democracia, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas debía decidir si los excomandantes iban a ser juzgados en el fuero militar. En 1984, Raffo fue convocado ante esa instancia y dijo que el “interrogatorio policial” al que había sido sometido Timerman le había parecido “una plática entre personas”.

En tanto, el licenciado en criminalística Salgado es conocido por la estrecha relación que mantenía con Pedro Klodczyk, el comisario que en la década del noventa manejó la policía bonaerense. La fuerza fue asociada entonces a numerosos crímenes y escándalos y le quedó el mote de “maldita policía”.