El pleno del Parlamento Europeo reclamó el año pasado, a raíz de la purga emprendida por el Gobierno de Tayyip Erdogan tras el intento de golpe de estado, la suspensión de lasnegociaciones de adhesión entre la UE y Turquía. Ocho meses después la situación no ha cambiado y la Eurocámara vuelve a lanzar la voz de alarma. En una nueva resolución aprobada por amplia mayoría -477 a favor, 64 en contra y 97 abstenciones- los eurodiputados urgen a los gobiernos europeos a congelar de forma inmediata el proceso negociador si Erdogan sigue adelante con sus planes de reforma de la constitución.

Los eurodiputados reconocen que el 2016 fue un año difícil para Turquía debido a la guerra en Siria, el flujo de refugiados, laamenaza terrorista y el intento de golpe de estado. Pero consideran “desproporcionada” la respuesta de Erdogan con la encarcelación de políticos, periodistas y activistas y el cierre de colegios y universidades. Pero sobre todo hay un elemento que genera especial preocupación entre los eurodiputados: las reiteradas declaraciones de Erdogan apoyando la reintroducción de la pena de muerte. Una decisión así vulneraría los valores y principios de la UE y supondría el punto final en su carrera hacia la Unión Europea.

“Este Parlamento habla con única voz alta y clara, condenando el declive grave de los estándares democráticos del gobierno turco, y continuamos apoyando a la población turca. Juntos esperamos que la justicia regrese pronto a Turquía”, ha advertido la ponente del informe, la holandesa Kati Piri quien ha exigido a las autoridades turcas la liberación inmediata de los activistas de derechos humanos detenidos en las últimas horas.

RETROCESOS EN EL ÚLTIMO AÑO

Según Piri, desde noviembre hasta ahora no solo no ha habido avances en Turquía sino que la reforma constitucional aprobada en referéndum está en clara contradicción de los criterios de Copenhague. “Si el Gobierno turco implementa esta constitución deberá haber suspensión formal de las negociaciones. No es la intención del Parlamento Europeo dar una patada a la población turca pero cuando hay violaciones sistemáticas tiene que haber repercusiones”, sostiene la socialista holandesa que ha criticado la falta de estrategia entre la Comisión Europea y los Estados miembros.

A su juicio, no es posible seguir hablando de integrar a Turquía en el club mientras se aleja de los estándares europeos porque ofrece una “señal errónea” a otros países de los Balcanes. La resolución reconoce la importancia de mantener buenas relaciones y el diálogo abierto y urge a Ankara a apoyar las negociaciones sobre la reunificación de Chipre que permita empezar a retirar sus tropas de la isla.