Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza de las milicias kurdas y árabes, han recuperado la ciudad de Raqqa, uno de los principales bastiones del Estado Islámico que llevaba en sus manos desde 2014.

La ofensiva para recuperar Raqqa empezó el pasado junio y se ha llevado a cabo por milicias kurdas y árabes y con la ayuda de una coalición internacional liderada por Estados Unidos.

Desde el sábado, cuando un convoy con combatientes del EI y sus familiares abandonó la ciudad, sólo quedaban entre 200 y 300 yihadistas para organizar la resistencia. Según Reuters, la lucha parecía estar a punto de culminar con sólo algunos intercambios de tiros.

Los miembros de la FDS han tomado el hospital y el estadio de la ciudad, dos puntos centrales en los que los permanecían los combatientes del Estado Islámico. Los milicianos han tomado las calles, y han celebrado la victoria cantando eslóganes e izando banderas.

El portavoz de la coalición, el coronel Ryan Dillon, ha asegurado que “aún quedan explosivos en algunas áreas de la ciudad, de manera que se continuará limpiando deliberadamente estas zonas”.

CAPITAL DE FACTO

Raqqa ha sido la capital de facto del “califato” del Estado Islámico en Siria. Desde que fue invadida, por los yihadistas en 2014, la ciudad del norte de Siria ha sido uno de los principales centros de operaciones para organizar la ocupación del país.

Esta derrota se suma al conjunto de regiones que el EI ha perdido durante este año en el territorio de Siria e Irak, entre ellas Mosul, una de las ciudades más importantes del califato. Esta situación ha obligado a los yihadistas a retirarse al valle de Éufrates.