El Estado Islámico ha matado este domingo al menos a 400 civiles, la mayoría mujeres y niños, en la ciudad siria de Palmira, recientemente tomada por los yihadistas, según ha informado la televisión estatal siria.

Esta es la segunda gran matanza de los fundamentalistas desde que entraron en Palmira hace unos días, después de una semana de intensos combates que terminaron con la práctica rendición de las tropas del Ejército sirio.

Las ruinas de Palmira son patrimonio de la Humanidad por lo que la Unesco ha pedido a los grupos armados que eviten su destrucción. La UE, por su parte, ha advertido de que cualquier daño a la ciudad antigua será considerado crimen de guerra.