El Estado Islámico ha ejecutado a Haruna Yukawa, uno de los dos rehenes japoneses que tiene en su poder y por cuya liberación exigió a Japón el pago de 200 millones de dólares. En un vídeo difundido en los foros yihadistas, según anuncia la web especializada SITE INTEL GROUP, el otro rehén, el periodista Kenji Goto, aparece mostrando una fotografía en que se ve el cadáver decapitado de Yukawa.

En el vídeo, Goto lee un mensaje en el que acusa al Gobierno de Japón de la muerte de Yukawa y asegura que el Estado Islámico exige ahora la liberación de Sajida Al Rishawi, una mujer iraquí que fue detenida en el 2005 en Jordania cuando pretendía cometer un atentado suicida en un hotel de Ammán. Su arresto fue posible ya que el cinturón bomba que llevaba encima no explotó.

El portavoz del Gobierno japonés, Yoshihide Suga, ha expresado la "indignación" del país con esa "atrocidad".

UN ACTO DE AMISTAD

El pasado miércoles, el Estado Islámico difundió un vídeo en que daba 72 horas a Japón para pagar 200 millones de dólares si quería evitar que Yukawa y Goto fueran ejecutados. El secuestro es la desgraciada consecuencia de un heróico acto de amistad. Yukawa, un empresario arruinado, con problemas mentales y que quería rehacer su vida tras el fallecimiento por cáncer de su mujer, fue secuestrado por los yihadistas en Siria, a donde se había desplazado con la intención de ser contratista militar. Goto, un veterano periodista 'freelance' fue raptado en Siria a donde habvía acudido para intentar rescatar a Yukawa.