Tras la amenaza argentina de expropiar YPF, participada mayoritariamente por Repsol, España ha pedido ayuda internacional y ha anunciado que defenderá "con todos los instrumentos" los "intereses generales" del país, si bien aún confía en que el problema se resuelva "a través del diálogo". También, la Comisión Europea ha contactado con las autoridades argentinas para expresarles su "preocupación" y les ha advertido que deben "proteger a inversores" extranjeros. Por su parte, Repsol ha asegurado que no ha recibido ninguna notificación de Argentina en relación con su participación accionarial en su filial.

Entre otros, el Gobierno ha mantenido contactos con los Ejecutivos de Estados Unidos, México, que actualmente ejerce la presidencia del G-20, y Colombia, anfitrión de la VI Cumbre de las Américas, donde algunos de los países participantes con inversiones en Argentina sacarán el debate sobre la seguridad jurídica.

Así se ha expresado el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, en declaraciones a los medios de comunicación tras recibir en el Palacio de Santa Cruz al embajador de Argentina en España, Carlo Antonio Bettini, a quien ha trasladado la "preocupación" del Gobierno por los acontecimientos en torno a YPF.

Eso sí, ha dejado claro al embajador que "cualquier agresión violando el principio de seguridad jurídica a Repsol será considerado como una agresión por parte del Gobierno español, que tomará las acciones que considere oportunas y pedirá el apoyo que considere necesario a sus socios y aliados".

Por su parte, García-Margallo ha evitado detallar de qué manera reaccionaría España en caso de que esta crisis no se resuelva, porque esa hora todavía no ha llegado y es tiempo de hacer una "llamada al sentido común y al buen acuerdo", ha dicho.

En este marco de la llamada al diálogo y a la negociación, el ministro ha corregido las declaraciones que este viernes el secretario de Estado para la UE, Iñigo Méndez de Vigo, hizo en una cadena de radio, donde indicó que si Argentina nacionaliza YPF podría convertirse en un "apestado internacional".

García-Margallo ha respondido a un periodista argentino que no comparte esta opinión. "Creo que tendría dificultades internacionales, pero ése es un adjetivo que yo no utilizaría nunca", ha indicado.

Además, el ministro ha recordado que en el año 2001 el Gobierno de José María Aznar salió al rescate de Argentina concediéndole un crédito de 1.000 millones de dólares, y ha advertido que una ruptura entre los dos países por el caso YPF no se quedaría solo en el ámbito económico, sino que equivaldría a poner fin a una relación "fraternal de mucho tiempo", ha señalado.

Lo cierto es que las primeras noticias que tuvo el Gobierno sobre las diferencias entre Repsol y el Ejecutivo argentino se remontan a principios de febrero, cuando se revocó un acuerdo de distribución de dividendos y el Gobierno argentino intentó fijar una política distinta de inversiones por parte de la empresa, a lo que siguió la retirada de las concesiones petrolíferas por determinadas provincias argentinas, lo que ha devaluado las acciones de la compañía en un 40 por ciento.

Asimismo, el ministro ha admitido tener conocimiento de la existencia de un proyecto de ley que permitiría al Gobierno argentino tomar el control de la petrolera. Ese texto, según García-Margallo, puede ser remitido directamente por la Presidencia argentina a las Cámaras, pero ha indicado que no tiene constancia de que ya haya llegado al Parlamento.

"No nos consta que hayan tomado una decisión"

Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, tras el Consejo de Ministros, ha anunciado que ""no nos consta que haya tomado una decisión", en alusión al Gobierno argentino. "Si llega a adoptarse (la nacionalización), es muy negativa para los intereses españoles y es obligación del Gobierno defender con todos los instrumentos a su alcance los intereses generales de España", ha afirmado.

La vicepresidenta tampoco ha adelantado qué medidas podría tomar el Ejecutivo. "Tomará las decisiones que corresponda, pero las medidas no se anuncian, se adoptan. Y espero que este Gobierno no tenga que adoptarlas, pero si tiene que adoptarlas, lo hará", ha asegurado.

"Este Gobierno no va a permanecer parado" y está "trasladando a todos los niveles" al Ejecutivo argentino su "preocupación" con la situación en el país y "la gravedad del momento actual", ha reiterado la vicepresidenta.

También, Sáenz de Santamaría ha indicado que el Gobierno ha trabajado "intensamente" y "con discreción" en "este asunto" desde el mes de enero, cuando el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, viajó a Argentina para preocuparse de la situación de YPF.

Lo cierto es que Repsol ha asegurado este viernes que no ha recibido ninguna notificación por parte del Gobierno argentino en relación con su participación accionarial en su filial YPF.

"Repsol no ha recibido notificación alguna por parte de las autoridades argentinas en relación con su participación accionarial en su filial YPF", ha afirmado la petrolera española en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Tras la comunicación de Repsol a la CNMV, sus títulos caían un 1,36%, hasta los 17,715 euros. También la Comisión Europea ha contactado con las autoridades argentinas para expresarles su "preocupación" por los planes del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

"Esperamos que el Gobierno argentino asegurará el cumplimiento de sus cumplimientos internacionales en el trato y la protección de las inversiones extranjeras en su suelo. Y, por supuesto, estamos del lado de España en este asunto", ha dicho en rueda de prensa el portavoz del Ejecutivo comunitario, Olivier Bailly.

Por su parte, Bailly ha confirmado que Bruselas "ha expresado su preocupación" por el caso a través de la delegación de la Unión Europea en Argentina y que tal contacto se ha producido entre el jefe de la delegación europea en Buenos Aires y un representante del Gabinete de Cristina Fernández y no al más alto nivel, como se había especulado.

Repsol es el "Chivo expiatorio" de la situación en Argentina

Mientras tanto, el catedrático de Recursos Energéticos de la Facultad de Geología de la Universidad de Barcelona, Mariano Marzo, ha asegurado que el Gobierno argentino "se haría a sí mismo un flaco favor si toma una decisión que pudiera ser interpretada en los mercados petropopulista".

Lo cierto es que a juicio del catedrático, Repsol es el "chivo expiatorio" de la situación en Argentina, cuya balanza energética ha sido por primera vez deficitaria, tras años en los que el país ha sido un "productor importante" de gas y petróleo antes de que, como en otros países, sus yacimientos comenzaran a agotarse.

Por otro lado, el diario argentino 'Clarín' ha apreciado un cambio "radical" en la forma en que el Gobierno español defiende a las empresas españolas en Argentina, por la advertencia que hizo este jueves a Buenos Aires el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, por sus "gestos de hostilidad" contra esas compañías, entre las que figura Repsol YPF.

A su juicio, la actuación del embajador designado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, Román Oyarzun, respecto a las empresas españolas marca "una fuerte diferencia con la administración" de Rafael Estrella, que fue embajador cuando gobernaba el Partido Socialista.