Combates intensos han empezado en Kabul, tras el lanzamiento de unos cohetes durante la madrugada, mientras que Afganistán aún está esperando una respuesta oficial a la oferta de alto al fuego que el presidente Ashraf Ghani ha propuesto a los talibanes, después de sangrientas semanas de enfrentamiento entre las dos partes. Los cohetes han caído sobre la capital mientras que el jefe del Estado pronunciaba su discurso en el primer día del Eid al-Adha, la Celebración del Sacrificio, una de las mayores festividad en el mundo islámico.

"Un grupo de terroristas ha tomado el control de un barrio de Reka Khana (la ciudad vieja) y ha empezado a lanzar cohetes hacia Kabul", ha dicho el portavoz del ministerio de Interior, Najib Danish. "Al menos dos personas han sido heridas. Las fuerzas de seguridad están combatiendo a los terroristas", ha agregado. El portavoz de la policía de Kabul, Hashmat Stanikzai, ha precisado que los asaltantes tomaron posición detrás de la mezquita de Eigah, situada cerca del palacio presidencial, donde Ghani se encontraba en aquel momento. En el directo de Facebook de su discurso se pueden oír claramente al menos dos explosiones.

Negociaciones pendientes

El domingo Ghani propuso un alto al fuego de tres meses a los talibanes, una oferta que los insurgentes han dejado sin respuesta. El presidente exhortó los talibanes a prepararse para las negociaciones y las discusiones sobre la situación en el país, bajo los valores y los principios islámicos. No fue mencionado el grupo terrorista del Estado Islámico, también activo en el país.

Unas horas después de esas declaraciones, los talibanes anunciaron que iban a liberar el lunes "centenares de prisioneros" para que "pudieran pasar el Eid al-Adha con sus familias". Sin embargo, no hicieron ningún comentario sobre la oferta del alto al fuego, que por el otro lado fue muy bien acogida por Estados Unidos y los miembros de la OTAN (North Atlantic Treaty Organization en sus siglas en inglés) y el vecino Pakistán, que presiona a las dos partes para que depongan las armas.