La Administración para el control de Drogas de Estados Unidos (DEA) y el gobierno de México crearán un equipo de investigación conjunto, para investigar los movimientos financieros y operativos de los cárteles de las drogas mexicanos, sus líderes y redes de manejo de dinero, que tendrá su sede central en la ciudad Chicago.

El Jefe de Operaciones de la DEA, Anthony Williams, dijo en una rueda de prensa conjunta con funcionarios mexicanos, que buscan nuevas estrategias y mecanismos para debilitar sus operaciones, ya “que atacar las finanzas de los cárteles es clave porque el único propósito de estas entidades es el dinero”.

De esta manera, el equipo conformado tanto por elementos de México como de Estados Unidos, intentará detener el flujo de drogas ilegales desde México a Chicago y otras ciudades estadounidenses.

México sigue siendo la principal ruta de la cocaína hacia Estados Unidos y se ha convertido en la mayor fuente de heroína, lo que está provocando un aumento en la adicción a los opiáceos en su vecino del norte, por lo que esperan que este trabajo conjunto sea clave para debilitar a estos grupos criminales.

Las presiones de Donald Trump a México

En los últimos 12 años, México ha luchado contra los violentos cárteles mediante el despliegue de miles de policías, soldados y oficiales de inteligencia, pero con la llegada del nuevo presidente, Andrés Manuel López Obrador, las cosas pueden cambiar ya que ha sugerido alcanzar una paz negociada y amnistías; esto en lugar de seguir manteniendo la estrategia de línea dura actual, que los críticos dicen que solo ha perpetuado la violencia.

Sin embargo, un cambio de dirección sin acuerdo con Estados Unidos podría aumentar la fricción entre los vecinos, quienes han estado a menudo en desacuerdo desde que Donald Trump se convirtió en presidente de Estados Unidos.

En ese sentido, Trump intenta obligar a México para que pague la construcción de un muro fronterizo, esto como parte de su estrategia para frenar la migración ilegal y el tráfico de drogas. Pero a pesar de estas ocurrencias del mandatario estadounidense, los funcionarios y expertos en seguridad de Estados Unidos han aplaudido los esfuerzos bilaterales de larga data para acabar con las bandas de narcotraficantes, lo que se ratifica con este nuevo acuerdo de inteligencia.