Después de que el Gobierno español denunciara ante la Unión Europea la supuesta injerencia rusa a través de internet tras el referéndum del 1-0, Theresa May ha acusado a Rusia de interferir en las elecciones de otros países, lanzar ataques contra gobiernos y parlamentos europeos y practicar espionaje cibernético. En una cena de gala en la City de Londres, la premier británica acusó al presidente ruso, Vladímir Putin, de tratar de «socavar las sociedades libres», «divulgando historias falsas», para «sembrar la discordia en Occidente». May advirtió de que, si bien el Reino Unido no quiere «una confrontación perpetua» con Rusia, tampoco se quedará de brazos cruzados.

«Tengo un mensaje muy simple» para el presidente Putin, señaló May en el discurso del Banquete del Lord Mayor, en Guidhall, un gran acontecimiento anual. El líder del Kremlin «debe elegir un camino» muy diferente al de los últimos años, añadió.

Moscú, recordó May, se ha anexionado Crimea, ha fomentado el conflicto en Ucrania y ha atacado a gobiernos occidentales. «Rusia ha violado repetidamente el espacio aéreo de varios países europeos y ha llevado a cabo una constante campaña de perturbación y espionaje cibernético. Eso incluye interferir en elecciones y piratear el Ministerio de Defensa de Dinamarca y el Bundestag (Parlamento alemán), entre otros», afirmó May, quien advirtió a Putin de que las cosas no pueden seguir así.

MEDIDAS NECESARIAS / «Sabemos lo que está haciendo y no va a triunfar, porque está infravalorando la resistencia de nuestras democracias, la atracción perenne por las sociedades libres y abiertas y el compromiso de las naciones de Occidente con las alianzas que nos unen», manifestó la premier. May aseguró que el Reino Unido tomará «las medidas necesarias para contrarrestar la actividad rusa», si bien «no es la relación que queremos con Rusia. No queremos volver a la guerra fría o a una perpetua confrontación». Por ahora, la Comisión Electoral está investigando si Moscú utilizó las redes sociales para interferir en el referéndum sobre el brexit, si bien no hay pruebas de que esa posible interferencia tuviera éxito.

En Rusia, relevantes políticos rechazaron las acusaciones de May. Según Frants Klintsevich, vicepresidente del Comité de Defensa y Seguridad de la Cámara alta del Parlamento ruso, «May se ha hecho más daño a sí misma que a nosotros, poniéndose en ridículo ante los ojos de la comunidad mundial». Leonid Slutsky, presidente del comité de Asuntos Exteriores en la Cámara baja, aseguró que «Rusia, como el Reino Unido, no está tratando en modo alguno de volver a la guerra fría». «Estoy en total desacuerdo con la declaración de que Rusia trata de socavar las normas del sistema internacional», manifestó.

Pero no es solo el Reino Unido quien acusa al Gobierno de Putin de injerencias destructivas. La ministra neerlandesa de Interior, Kajsa Ollongren, indicó ayer que «Holanda se encuentra en el punto de mira de los servicios de inteligencia rusos», y añadió que «el Gobierno hablará con las partes [las redes Facebook, Google y Twitter] para ver cómo se puede contrarrestar la influencia política encubierta».

Holanda decidió contar a mano los votos emitidos en las elecciones generales del pasado marzo para evitar la injerencia rusa. En una carta enviada ayer al Parlamento holandés, Ollongren denunció cómo las webs de empresas e instituciones holandesas son atacadas «de forma estructural» por la inteligencia rusa.