El Tribunal Penal Internacional para la exYugoslavia (TPIY) ha vivido este miércoles un drama inédito. Durante la vista final en la que se anunciaba la sentencia contra seis exdirigentes y jefes militares de los croatas de Bosnia, acusados de crímenes de guerra, uno de ellos, el exgeneral Slobodan Praljak, se tomó un veneno en el banquillo de los acusados mientras escuchaba el veredicto: 20 años de cárcel. Praljak fue inmediatamente trasladado a un hospital de La Haya donde falleció pocas horas después.

"Praljak no es criminal; rechazo vuestro veredicto", espetó el exmilitar, de pie, cuando se le leyó la sentencia. Inmediatamente sacó un pequeñó frasco de su bolsillo y bebió el contenido. "Acabo de tomar un veneno", explicó. Volvió a sentarse y quedó desplomado en la silla. El abogado defensor confirmó que su cliente había "tomado veneno".

Ni que decir cabe que la vista judicial fue suspendida inmediatamente. Una ambulancia estaba en el edificio y los paramédicos corrieron a la sala del tribunal, mientras un helicóptero sobrevolaba el edificio.

Praljak, de 72 años, y alto responsable militar de las fuerzas croatas de Bosnia, murió en un hospital de La Haya horas después de ingerir la sustancia. Los servicios sanitarios intentaron sin éxito salvar su vida.

Sentencias confirmadas

En realidad Praljak y los otros cinco acusados llevaban algunos años condenados. El jucio era de apelación. Cuando se produjo el incidente, los jueces ya habían confirmado también las condenas a los demás acusados, que recibieron penas de cárcel de entre 10 y 25 años. La más relevante es la del máximo dirigente político de los croatas de Bosnia, Jadranko Prlic. El tribunal de apelación confirmó para él la sentencia de 25 años de cárcel que le había sido impuesta en primera instancia en el 2013. En este caso, la Fiscalía pedía 40 años de prisión.

Los seis acusados estaban procesados por crímenes de guerra y contra la humanidad durante el conflicto que entre 1993 y 1994 enfrentó a los croatas y los musulmanes de Bosnia. Los jueces estimaron probado que los acusados participaron en una "conspiración criminal", que incluía el régimen de la vecina Croacia dirigida por el fallecido presidente Franjo Tudjman, para asesinar o expulsar a la población musulmana con el fin de crear una "gran Croacia".

En una rueda de prensa en Zagreb, el primer ministro de Croacia, Andrej Plenkovic, afirmó que el suicidio de Praljak se debe a la "injusticia" de su condena. "Su acto habla de la profunda injusticia moral contra seis croatas de Bosnia y contra el pueblo croata", afirmó Plenkovic.

Este juicio era el último del TPIY, que fue creado por la ONU en 1993, y que cerrará definitivamente las puertas a final de este año.