La jornada del referendo en Crimea está transcurriendo, este domingo, sin incidentes destacables, aunque envuelto en un enorme clima de tensión regional e internacional.

Un millón y medio de crimeanos están convocados a las urnas aunque se espera que solo la mayoría de etnia rusa irá a votar, ya que las comunidades ucraniana y tártara han decidido boicotear una consulta que consideran, al igual que Ucrania y prácticamente toda la comunidad internacional, ilegal.

El control ruso de la península de Crimea

A los votantes se les pregunta si Crimea debe anexionarse a Rusia o seguir perteneciendo a Ucrania pero en condiciones que la harían prácticamente independiente de Kiev y permitirían establecer una relación privilegiada con Rusia. En la práctica, cualquiera de las opciones implica el control ruso de la península. Existen pocas dudas de que el resultado será ampliamente a favor de la anexión.

Los colegios electorales han abierto a las ocho de la mañana (las siete en España) y cerrarán a las ocho de la tarde.

"Es un día histórico", ha afirmado el nuevo primer ministro de Crimea, el prorruso Serguéi Axiónov, que ha depositado su voto a primera hora.

El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, volvió a telefonear a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, el sábado por la noche, pero el jefe de la diplomacia rusa insistió en la legitimidad de la consulta. Rusia vetó el sábado en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que afirmaba que el referendo de Crimea "carecía de validez".