La Union Europea afronta «tres amenazas» como nunca antes había sufrido, que exigen una respuesta sin fisuras y, una de ellas, es la nueva administración estadounidense que lidera el multimillonario Donald Trump. «El cambio en Washington coloca a la Unión Europea en una situación difícil, con una nueva administración que parece querer poner en cuestión los últimos setenta años de política exterior americana», advierte con contundencia el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en la misiva de invitación enviada a los 28 jefes de Estado y de Gobierno de la UE antes de la cumbre de este viernes en La Valetta (Malta).

Aunque el conservador polaco no entra en su carta a valorar ninguna de las polémicas decisiones adoptadas en los últimos días, como el veto a los viajeros procedentes de siete países musulmanes, sí admite alto y más claro que nunca que «las preocupantes declaraciones» de la nueva administración en las últimas semanas hacen que el futuro sea «muy impredecible». Es más, Tusk sitúa los problemas que pueda desencadenar el nuevo gobierno de Washington al mismo nivel que la segunda amenaza, que conforman la política de China en el pacífico, la agresividad de Rusia con Ucrania y los países vecinos o la guerra y el terror en Oriente medio y África de la mano de un «islam radical».

Problemas geopolíticos a los que se suma otro peligro: la retórica «antieuropea, nacionalista y cada vez más xenófoba» en la UE y un declive de la fe en la integración política y un aumento de las dudas sobre los valores fundamentales de la democracia liberal cada vez más visibles. «En un mundo lleno de tensiones y confrontación lo que se necesita es valor, determinación y solidaridad política de los europeos» porque «sin esto no sobreviviremos», alerta en una dura misiva con la que pretende orientar el debate de los 28 en su cita de este viernes.

Tusk urge a los líderes europeos a aprovechar la reunión de Malta para «mostrar el orgullo europeo» porque «si pretendemos ver que no oímos las declaraciones y no nos damos cuenta de las decisiones tomadas contra la UE y nuestro futuro, la gente dejará de ver a Europa como su gran patria. E igual de peligroso, nuestros aliados en el mundo dejarán de respetarnos», advierte reclamando unidad ante Rusia, China o Estados Unidos. Y de hecho, hace un llamamiento a los 28 para que aprovechen el nuevo proteccionismo instalado en Washington para multiplicar los contactos a nivel internacional. «Europa no debe abandonar su papel de superpotencia comercial» porque «comercio libre significa comercio justo», recuerda.

El presidente de la UE, que admite que los retos a los que se enfrentan son los «más peligrosos desde la firma del Tratado de Roma», advierte también a los dirigentes europeos que la desintegración europea que reivindican la ultraderecha europea o auguran políticos como Trump lo único a lo que llevará es a «una dependencia real y de facto de las grandes superpotencias»: Estados Unidos, Rusia y China. «Solo juntos seremos plenamente independientes», advierte.

A este respecto, varios grupos en la Eurocámara han puesto el grito en el cielo tras la decisión ejecutiva de Trump de impedir la entrada a los viajeros procedentes de siete países musulamenes. El resultado es que, a petición del grupo de los Verdes, el pleno ha modificado su agenda para debatir hoy la situación creada por la polémica decisión. Y el debate, a tenor de las reacciones de algunos grupos políticos, se augura caldeado. «Tenemos un tercer frente debilitando a la Unión Europea y ese frente es Donald Trump», alerta el jefe de filas de los liberales, Guy Verhofstadt.