Los enfrentamientos armados entre el grupo del Estado Islámico (EI) y las fuerzas del régimen de Damasco en Siria central han matado a más de 150 personas en las últimas 24 horas, según ha informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Las tropas del presidente sirio Bashar alAsad llevan días conbatiento a los yihadistas en Ouqayribat, una pequeña ciudad en la provincia de Hama. Gracias al apoyo aéreo de los aviones del régimen y de aparatos rusos, la ciudad ha caido este domingo en manos de Damasco. Los combates han acabado además con la vida de 35 soldados del régimen y cambatientes aliados.

Con la pérdida de es ciudad ciudad, los yihadistas controlan ahora tan sólo unos cuantos pueblos pequeños de la provincia oriental de Hama, según el OSDH. El Estado Islámico controlaba Ouqayribat desde 2014 y utilizaban la ciudad como base para "lanzar ataques contra las zonas controladas por el régimen" en Hama, incluyendo una carretera "crucial" que une la provincia norteña de Alepo con el centro y el sur del país, ha explicado la OSDH.

La ciudad de Raqqa, uno de los últimos grandes bastiones de los yihadistas en Siria, está asediada por las las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza de combatientes árabes y kurdos respaldada por Washington. El viernes, el FDS anunció que habían tomado el control del casco antiguo de la ciudad y que se estaba acercando a la zona donde los yihadistas están atrincherados. El Estado Islámico también está bajo presión en Deir Ezzor (este), la última provincia siria que controla.