Venecia ofrece estos días una estampa inusual. Los miles de turistas que han acudido estos días a la ciudad para el carnaval se han encontrado con muchos de sus famosos canales secos y góndolas encalladas en el barro. Tampoco los barcos pueden navegar.

Según publican varios medios italianos, la ausencia de agua se debe a fenómenos astronómicos y, en concreto, a la superluna del pasado 31 de enero. Sin embargo, los propio habitantes de Venecia niegan este extremo y aseguran que la situación se debe al poco o nulo cuidado que se le ha dado al centro histórico durante un siglo, al no limpiar ni cuidar los canales.

Una góndola en un canal sin agua / ANDREA MEROLA (EFE)

Según el ayuntamiento, los niveles de agua han alcanzado niveles mínimos de hasta 60 centímetros, algo que hace imposible el transitar por los canales del centro. A todo esto hay que sumar problemas de malos olores en toda la ciudad, ya que hay zonas con agua estancada.

El nivel de agua del Gran Canal permite el tránsito del 'vaporetto' pero en otros canales principales es complicado el tráfico con otras embarcaciones y estas se han tenido que desviar. La situación durará varios días y no es la primera vez que ocurre. En el 2016 los niveles de agua descendieron hasta los 66 centímetros debido a la sequía.

Sin embargo, Venecia sufre con más frecuencia los problemas derivados de la marea alta que de la marea baja.