El Gobierno de Canadá ha dado su visto bueno a la comercialización del primer salmón transgénico, un híbrido que crece el doble de rápido y que ha sido desarrollado por la empresa estadounidense AquaBounty Technologies, aunque por ahora el permiso se limita a la exportación de huevos a unos criaderos situados en Panamá.

Según la prensa local, el gran objetivo de la empresa es disponer de un estoc y mejorar la producción en vistas a su comercialización en EEUU, donde próximamente se espera una nueva sentencia sobre el caso por parte de la FDA, la Administración de Alimentos y Medicamentos. AquaBounty tiene otras 30 especies de peces transgénicos en desarrollo.

El Departamento de Medio Ambiente de Canadá ha asegurado que no se va a permitir a corto plazo en el país la venta o el consumo de huevos o carne de salmón modificado genéticamente (salmón OMG). "Hay medidas estrictas para prevenir la liberación de este pez en la cadena alimentaria. Aún no está aprobado en Canadá para fines de consumo humano", ha declarado su portavoz.

Características

Según la empresa, el salmón OGM no solo crece el doble de rápido, sino que también se hace más grande. El animal alcanza el tamaño adulto entre los 16 y 18 meses, en lugar de los 30 meses del salmón normal del Atlántico, gracias a un gen que produce una hormona de crecimiento importado del salmón Chinook, una especie del Pacífico. Según la compañía que lo ha desarrollado, mantiene el mismo sabor, la misma textura y las mismas propiedades nutricionales -incluido los ácidos grasos omega 3- que su pariente silvestre.

En su texto de aprobación, el Gobierno canadiense no alude a riesgos alimentarios, pero sí admite que el salmón biotecnológico podría afectar a la supervivencia del salmón silvestre en caso de que algunos ejemplares pudieran escaparse de las granjas e hibridarse. La compañía, no obstante, asegura que estos riesgos son inexistentes ya que la producción se produce en un circuito cerrado, a diferencia de la acuicultura del salmón tradicional, que se encuentra en jaulas marinas flotantes.

La empresa tiene el permiso para exportar hasta 100.000 huevos de peces transgénicos al año de un criadero en la isla canadiense de Príncipe Eduardo a la selva panameña, donde se criarán hasta su estado adulto.

Oposición

Las quejas de consumidores y ecologistas no han hecho esperar. "La decisión es un paso dramático que nos acerca a la realidad de tener a peces modificados genéticamente en nuestros platos y tiene un potencial impacto desastroso para nuestro medio ambiente marino", ha declarado Lucy Sharrat, coordinadora de la Red de Acción Canadiense de Biotecnología. Algunas cadenas de supermercados de EEUU, como Target, se han hecho eco de las reclamaciones de los ecologistas y han anunciado que no iban a vender el salmón.