Un camión bomba, cargado de combustible, ha estallado este sábado frente a un juzgado en el bullicioso centro de Azaz, una ciudad controlada por los rebeldes en el norte de Siria, junto a la frontera con Turquía, matando a decenas de personas e hiriendo a otras muchas. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) cifra las víctimas mortales en al menos 43, en su mayoría civiles.La agencia estatal turca Anadolu cita a un médico de Azaz que afirma que al menos 60 personas han muerto y más de 50 han resultado heridas.

Este es el peor de los numerosos atentados sufridos por Azaz, un importante bastión del Ejército Libre Sirio (ELS), una alianza de grupos rebeldes moderados cuyos combatientes, con apoyo militar turco, empujaron a las fuerzas del Estado Islámico (EI) fuera de la zona fronteriza. Medios turcos han atribuido el atentado al EI, pero de momento no ha habido ninguna reivindicación.

El Ejército turco, por su parte, ha anunciado este sábado que 21 militantes del EI habían muerto en las últimas 24 horas en el transcurso de las operaciones militares turcas en apoyo de los rebeldes en el norte de Siria. Aviones de guerra turcos han destruido edificios y vehículos en ataques aéreos contra 12 objetivos del EI, ha afirmado.

DAMASCO ESPERA EL AGUA

Mientras, la frágil tregua -que excluye al EI- sigue poniéndose a prueba en el valle de Barada, una zona clave en manos rebeldes próxima a Damasco y de la que depende el aprovisionamiento de agua de la capital. Al menos nueve personas -siete soldados y dos civiles- murieron en enfrentamientos en la noche del viernes al sábado, según el OSDH. El régimen de Bashar el Asad justifica su ofensiva por la presencia en la zona de la rama siria de Al Qaeda, que los rebeldes niegan. La ONU ha calificado de "crimen de guerra" la privación total o parcial de agua potable a la que se somete desde hace semanas a 5,5 millones de personas. Fuentes del régimen anunciaron un acuerdo de alto el fuego temporal para reparar el sistema de suministro y que los trabajos se iniciarían de forma inminente, aunque durarán varios días.