Este viernes ha sido el último en que Silvio Berlusconi ha estado acompañando durante cuatro horas a ancianos enfermos de alzhéimer en un hospital cerca de Milán. Han pasado ya 10 meses de servicio social impuesto por los tribunales italianos tras ser condenado por fraude fiscal en el 'caso Mediaset', en agosto de 2013.

En la residencia cercana a Milán ha estado tocando el piano y cantando canciones como 'La Vie en Rose' para los abuelos.

Según ha explicado a 'La Repubblica' una enfermera del hospicio, muchos pacientes se han aficionado a sus recitales de los viernes, de 09.00 a las 13.00 horas.

CANCIONES Y CHISTES

No todo el tiempo cantaba, también entretenía a los residentes con chistes, historias y dibujos.

Y es que, por buena conducta, Berlusconi ha conseguido rebajar en 45 días su pena, que acabo este 8 de marzo.

Sin embargo, Berlusconi, de 78 años, ya dijo hace unos meses que su contribución con la comunidad no acabaría aquí; dando a entender que haría una importante contribución para el cuidado de enfermos de Alzhéimer. "Creo que al final me quedaré mucho más tiempo [en la residencia]. Tengo una gran sorpresa preparada", anunció enigmático en un programa de radio.

NUEVAS ESCUCHAS TELEFÓNICAS

El final de los trabajos comunitarios del exprimer ministro italiano coincide con la difusión de nuevas y reveladoras conversaciones telefónicas en las que Berlusconi llama "niñas" a las mujeres que alegraban sus veladas.

Los audios, que este pasado jueves abrían a todo trapo los medios digitales italianos, forman parte del expediente del juicio en el que el empresario Gianpaolo Tarantini y otras seis personas están de inducción a la prostitución por reclutar mujeres para Berlusconi.

En una de las conversaciones, que data del 2008, Berlusconi preguntaba a Tarantini si las chicas que llevaría a sus fiestas eran guapas y le revelaba que con él irían sus "niñas".

"Tengo dos niñas pequeñas que hace mucho tiempo no veo, una es periodista en la RAI, no en Mediaset, es una napolitana muy simpática y dulce, otra es una niña de 21 años, brasileña, que me ha llorado por teléfono diciendo que la tenía olvidada", se oye decir a Berlusconi.

Por su parte Tarantini le prometía que le enviaría "un angelito" para hacerle pasar un dolor en la espalda.