La tragedia que se vive cada día en el Mediterráneo esta llena de imágenes impactantes y desgarradoras. La última ya ha dado la vuelta al mundo. Un socorrista alemán sostiene en sus brazos, como si lo acunase, a un bebé ahogado en alta mar.

El niño, que no llega al año de edad, fue sacado del agua el pasado viernes tras naufragar la embarcación de madera en la que viajaba junto a decenas de personas.

La embarcación salió de las costas de Libia, cerca de Sabratha, la noche del jueves, y poco después empezó a hundirse, según relataron los supervivientes.

El navío italiano que llegó al lugar del naufragio sacó del agua un total de 49 cadáveres y logró rescatar con vida a 135 inmigrantes,

"Lo vi sobre el agua, con los brazos extendidos. Parecía una muñeca", ha explicado el socorrista alemán de nombre Martin, padre de tres hijos, en un correo electrónico.

"Cogí el antebrazo del niño y puse su cuerpo entre mis brazos para darle calor, como si todavía estuviera vivo", recuerda. "El sol brillaba en sus ojos inmóviles. Empecé a cantar para confortarme a mí mismo y para dar algún tipo de expresión a este momento incomprensible y desgarrador. Hace sólo seis horas este niño estaba vivo".

ROSTRO HUMANO

Nada se sabe del pequeño. Un niño sin nombre ni nacionalidad. Tampoco se ha informado de si sus padres o algún familiar están entre los supevivientes del naufragio.

La oenegé alemana Sea-Watch ha distribuido la fotografía en un intento por sensibilizar a las autoridades europeas para que pongan de una vez por todas las medidas necesarias para asegurar la llegada a salvo de los miles de inmigrantes y refugiados que cada día arriesgan sus vidas para llegar a Europa. El equipo de la oenegé decidió por unanimidad hacer pública la fotografía.

Al menos 700 migrantes podrían haber muerto en el mar Mediterráneo la semana pasada, según el ACNUR.

Como ocurrió con la fotografía del niño sirio Aylan, de 3 años, que apareció muerto en una playa de Turquía en 2015, la imagen del bebé sin nombre pone el rostro humano a las más de 8.000 personas que han muerto en el Mediterráneo desde el inicio de 2014.