Lleva varios años desafiando al Kremlin con sus llamativas actuaciones públicas en las que denuncia la deriva autoritaria de Rusia y, de momento, había logrado salir airoso. Sin embargo, el artista ruso Piotr Pavlenski y su pareja, Oksana Chalyguina, son ahora objeto de una denuncia por agresión sexual y se arriesgan a una pena de diez años de cárcel.

Pavlenski se considera víctima de una “delación” y para escapar a la condena ha viajado junto con Chalyguina a Francia, donde ambos piensan pedir asilo político, según ha indicado el activista ruso en una entrevista con la Afp. Ha contado, además, que el pasado 14 de diciembre fue interrogado durante siete horas por la policía moscovita, que pretende apartarle de la vida política del país.

“Soy molesto para el régimen. Todas mis acciones contradicen su propaganda masiva”, sostiene. Pavlenski, de 32 años, es una piedra en el zapato del poder ruso.

'SUTURA' EN APOYO DE LAS PUSSY RIOT

En el 2012 se hizo popular con su primera ‘performance’ pública -‘Sutura’- al coserse los labios con hilo rojo para protestar contra la detención de las Pussy Riot, el provocador grupo punky feminista que criticó abiertamente a Vladimir Putin en la catedral del Cristo Salvador de Moscú.

En el 2015 fue juzgado y luego puesto en libertad por una acción solidaria con el movimiento europeísta ucraniano Maidan. Y un año más tarde fue condenado a pagar una multa de 500.000 rublos (unos 7.900 euros) por haber prendido fuego a las puertas de la Loubianka, sede histórica de los servicios de seguridad rusos.

Una de las protestas más sonadas de este artista que utiliza su cuerpo como materia y que, además de por la policía es a menudo evacuado por una ambulancia, fue haberse clavado la piel de los testículos en el suelo de la Plaza Roja de Moscú.

ARTE POLÍTICO

“Yo practico el arte político. Lo que denuncio es que el Estado reduzca el individuo a la categoría de ganado, la propaganda y los instrumentos del poder”, detalla.

El pasado mes de diciembre se topó de nuevo con la justicia por una acusación de agresión sexual presentada por una actriz de un teatro moscovita conocido por sus obras de tipo político, acusación que Pavlenski niega rotundamente.

“No sé cuál es el interés de esta persona en hacer una declaración falsa, pero el caso es que le resulta muy útil al poder, que puede así excluirnos de nuestro campo de actuación”, subraya. Su pareja, Oksana Chalyguina, que dirige una editorial dedicada al arte político, también ha sido denunciada.

“Nos explicaron que teníamos dos posibilidades: ir a la cárcel en un campo durante diez años o irnos de Rusia”, prosigue el artista, que junto a su pareja y sus dos hijos abandonó el país vía Bielorrusia y Ucrania el pasado 15 de diciembre.