Siete activistas de la ONG ecologista Greenpeace se han subido este miércoles a una grúa situada a unas pocas manzanas de la Casa Blanca para protestar contra el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y colgar una pancarta.

Los activistas, que se han encaramado a una grúa de más de 80 metros ubicada en una zona de obras, pretendían exhibir un mensaje de protesta escrito en un pancarta, según ha explicado Travis Nichols, un portavoz de la organización.

Tras los hechos, la Policía de Washington ha asegurado que, aunque respeta "el derecho de todo el mundo a protestar", iniciativas de este tipo son consideradas "peligrosas" e "ilegales" y como tal, han requerido la intervención de sus efectivos. Las fuerzas de seguridad han cortado la zona para tratar de descolgar la pancarta con la palabra "resist" de la grúa y evitar que nadie resultara herido.

Greenpeace ha lamentado las órdenes ejecutivas firmadas el martes por Trump y en las que se dio 'luz verde' a la construcción de los oleoductos de Dakota Access y Keystone XL, criticados durante años por los colectivos ecologistas y ha llamado a la resistencia con su mensaje aéreo. En su página web, la ONG ha condenado "los ataques de Trump contra la justicia medioambiental, social, económica y educativa".